jueves, 11 de diciembre de 2008

Pasos huecos

Vengo del hospital. Detesto los hospitales, ese hedor cargado, ese quejido perpetuo, pasos huecos.
Mi madre tiene roto el tobillo, cuando en un principio solo nos dijeron que era un esguince leve, ¡Hay que joderse!
Lo peor son las horas muertas, esperando algo que algo que no sabemos que es.
Miles de caras, todas ellas desconocidas, anhelan algo parecido a lo que espero: una solución.
Un café, dos. Minutos, horas. El tiempo se indefine.
Uniformes blancos, verdes. Camillas, traqueteo de sillas de ruedas. Qué sentimiento más extraño.
La última vez que pisé un hospital fue cuando me operaron de fimosis, hace casi 3 años, y lo pasé tan mal que quisiera volver a repetir la experiencia.
Me acuerdo que mi operación fue sin anestesia, y en mi vida he sentido tanto dolor, hasta se me paralizó el lado izquierdo del cuerpo. Lagrimones como puños. Qué dolor.
Es curioso pero tampoco me gustan las series de hospitales, la única que aguanto ver es “House”, y solo por House.
Me quedan dos semanas de éstas esperas ásperas, y de este mal sentir.
Qué espera más larga cuando no sabes como pasan los minutos.

lunes, 8 de diciembre de 2008

¿El Retiro?, sólo contémplalo.

Es el otoño en la ciudad, aunque no haya llegado aún.
Sus hojas caídas, su tranquilidad en medio del caos. Cinco minutos más, por favor.
Una trompeta suena a lo lejos, otorgando un halo de comodidad. La canción; desconocida, por supuesto.
Laberinto de árboles, con inscripciones grabadas a fuego en su piel.

Piedra, arena. Gris, verdad. Marrón, blanco. Bosque del olvido.

Hiede a invierno a punto de llegar, a perpetuo otoño. Lágrimas de primavera.
Huele a gentes que pasean, eternamente, por sus venas.

El camino más especial es el más solitario.
Me disipo en su corazón, perdido, hallado, abandonado, yo. El silencio me inunda, y lo acallo.

Brazos desnudos, despojados de sus hijos, arrojados a sus pies.

Veo un guante, despojo de una visita furtiva. O de un lance desafortunado, sea como sea, una historia interesante se entrelaza en sus lanas.

No conozco mejor lugar donde pueda descansar la luz, la verdad, en este apagado día. Todo está inundado de verdad, de una verdad eterna, de una verdad perenne.

Te respiro, me despido, hasta pronto.
Atardecer en éste otoño invernal, en este frío sol desnudo.
Donde los recuerdos se vuelven cristal, y el pasado es apenas unas gotas de rocío.
Eternidad, nada más.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Museo Reina Sofía; hoy y mañana.

El arte hay que vivirla, introducirse en ella, hacerla propia. Caer en su trampa, en su red de cordones delgados.
No importan los artistas, ni siquiera el título de sus obras, solo lo que hace sentir.
¿Qué es para ti el color verde, o el naranja?, ¿Y una escultura con forma de aleta de tiburón? Importa el individuo.
No quiero fotos, no quiero opiniones, quiero imágenes.
Personas, miradas; NO¡¡. Necesito colores, colores que despierten recuerdos, que me evoquen instantáneas que a lo mejor nunca existieron.

Acércate sin miedo. En cada cuadro está uno mismo.
No hay que saber entenderlo, hay que deber comprenderlo, mediante nuestra vida.

El abismo, y el negro, y el miedo, y el arco iris, y el ahora.
Cada paso un sentimiento, un color. Cada color una muerte, y un renacimiento. Una escalera que sube, y que también baja.

El aire que se respira está cargado y es ligero, repleto de ideas e intenciones.
No importa el origen del sentimiento, solo importa el Yo, y el Tú, y el Él.
El único obstáculo es la idea que se choca con las ideas. El Yo antes que el Tú, cuando la solución es que vayan cogidos de la mano.

Que arte es el verdadero, es difícil de saber, todos son verdaderos, y todos son mentira.

La gente mira, pero no observa. Siente pero no padece. Oye pero no escucha.
No importa el porqué, el de quién, y el cuándo.

Desde la lejanía todo pesa más, los recuerdos se vuelven ignominiosos, pero también ásperos. Reflejos de un espejo que no da miedo, que deslumbra, pero que tiempo después, aterroriza.

La pincelada azul guió mis pasos hasta nuevos cuadros, todas ellos válidos. Es mi pasado, ¿Dónde me llevará?
Ahora solo veo imágenes vacías, repletas de trazos. Demasiada verdad. ¡Lástima¡

No miro a Pablo, miro a las gentes, a sus caras, a sus gestos. Alguien intenta explicar algo que no se debe. ¿Por qué?
¿Qué ven los que no ven?

Nómadas, peregrinos, vagamundos de salas vacías. Números ordenados, ideas caóticas. Orden en el caos, tiempo perdido.

Salgo cansado de tanta verdad, de algo que encuentro tanto fuera, como dentro. Una paloma.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Alfredo, el grande

Acabo de leer “Alfredo, el grande”. La última biografía sobre Alfredo Landa. Uno de mis actores favoritos.
Me ha emocionado.
Cada uno puede opinar y pensar lo que quiera sobre este pedazo de actor, pero sin conocerle puedo asegurar que es una bellísima persona. Testarudo, cabezota, pero también sincero, honesto, y con un gran corazón.
La última película que rodó, (“Luz de domingo”) es la última que he visto suya. Me costó mucho verla, y no por él, siempre está maravilloso, sino por algo que ocurre en la película, una violación, y quizás no doliera tanto si fuera a otra actriz, pero le ocurre a Paula Echevarria, de la cual estoy enamorado.
Para mi Alfredo siempre será Paco, el bajo,(Los santos inocentes), será Areta,(El crack), será Bartolomé,(La marrana), será el Brigada Castro,(La vaquilla), y será José Rebolledo,(Las verdes praderas), pero Joaco ha pasado a mi memoria como el vengador que yo sería si me ocurriera lo mismo. No creo en el honor, como decía Galdós, el honor es un inmenso excremento, pero si creo en… no puedo describirlo, en la impotencia ante una injusticia, en el dolor en alguien inocente. Por eso cuando vi cuando violan a la pobre Estrella siempre he acabado llorando. Hasta me hizo odiar, un poquito a uno de mis actores predilectos, Peris-Mencheta.
Ojala un día puedo chocarle la mano a Alfredo, no decirle lo mucho que le admiro, nada, él sabrá leer mi mirada de devoción.
La gente recuerda su discurso desafortunado en la gala de los Goya, yo acabé aplaudiendo cuando habló. No era para nada un discurso, eran las emociones las que hablaban por él. La gente dijo que le vio frágil, yo le vi más fuerte que nunca, y sobre todo, más sincero que nunca. Nos dio las gracias por haber visto sus películas, yo le doy las gracias por tuyas sus películas, (buenas y malas). Gracias Alfredo, gracias.

jueves, 27 de noviembre de 2008

-14-

En este ayer, que pocos olvidamos, existe el mañana, color oro, color sangre, color hoy.
Huracán ventoso, de tímido niñez, y prematuro despertar.
Guitarra floja, sin retorno, rasga un tono naranja y blanco.
Pasado pasado y fututo atardecido. Andar cansino.
Hiero tu ojo derecho, y grita tu silencio:
-¿Cómo está mi felicidad?
Envuelve mi yo, y mi ser, con la última bocanada de humo, denso y disperso.

Una cosa más… (Un atronador silencio, invade la oscuridad, escucho sin escucharte, una sola palabra)

El azul, azul, agítese antes de usar, arrasa sin compasión el acantilado mayor.
Su voz trae hilos transparentes, y nos dice:
-Volveré, pero ya no me veréis.
Y se retira, abrazando como lo que es, a ese amigo suyo, niño de nombre, alma de hombre.
Veo sin mirarte. Te amo sin tener corazón. Te toco, ¿Para qué?

Una cosa más… (Escuchándose un grito de ayuda en la letanía)

El viento, certero y dudoso, se para ante mi, y mira a quien no le puede mirar.
¿Quién eres, Dios sin lunar?
Tu huella, como mi pasado, perdura en mí como la sombra hermana del que nació cuando morí.

Una cosa más… (Lejano como un recuerdo, noto tu presencia cercana. Me giro, no la veo)

Llueve, pájaro, llueve.
No dejes caer de tus alas ni una sola de tus lágrimas. No dejes caer ninguno de tus cuatro colores.
Anda, pajarito, pero no vueles. Quiero tu cantar, que se vuelve verdad, cuando es para mí.
Abre los ojos, mi pájaro. Aquí estoy, no olvides que yo nunca fui real,
pero los dos si lo somos.

Una cosa más… (Olvido tu nombre, olvido tus ojos, olvido… el recuerdo mismo. Ya siempre diré: Me acuerdo de ti, pero en la noche solitaria)

Atróname, puédeme, hiéreme, mátame, sálvame, báilame.
Bendito añil, bendito pasado, malditos toros de oro y cruz floreteada.
Tranquilo, tu eco sonará donde los búhos azules aniden y canten. Cuando caiga la lluvia amarilla.

Una cosa más…

Amanece color fuego. Y es el fuego el que se apodera de mí.
Las mentiras se tornan certeza.
Quiero tus ojos dentro de mis manos, que son suaves y puntiagudas.
Limpiemos nuestro escudo, y mirémonos al espejo, tú de un lado, yo desde dentro.
Y ahora, con el último cigarrillo, miro tu boca y cierro mis ojos. No diré más.

Ya nadie más subirá o bajará. Hablará o silenciará. Mirará o ignorará.
Ya nadie vera tu cara recién lavada.
La soledad es la misma que la nuestra,pero nosotros viviremos cuando mueras

martes, 25 de noviembre de 2008

Varios pasos

Hoy estuve en el “Museo de la Ciudad”, cerca del Metro; Cruz del Rayo. Hacía tiempo que quería ir pero por unas cosas u otras, nunca lo hacia. Hoy me he animado.
Recomiendo totalmente su visita. Es ver Madrid con otros ojos, con unos ojos del pasado, del presente y del futuro.
Cuatro pisos de museo, y cada planta más maravillosa que la anterior.
Es increíble ver la evolución y la historia de Madrid, y más para un enamorado de Madrid como soy yo.
Lo mejor son las dos últimas plantas.
El la 4ª son sobre todo fotografías del último siglo en Madrid. La manera que han cambiado las calles, las plazas. Me acuerdo del lema de “¿Qué hubiera pasado si hubiera pasado nada?” Somos parte de la historia de Madrid, da alguien que no hayas nacido en Madrid, toda persona que vive o ha pasado por la ciudad, es madrileña.
Cuando he visto el Plano de Teixeira, se me ha encogido el corazón. Un mapa echo en 1656, pleno siglo XVII, con esa cantidad de detalles. Es increíble.
Pero en una esquina he visto un cuadro, que parece mismamente una fotografía y me he enamorado. El autor, Joaquin Ureña. “El patio azul”.
Se me ocurren millares de versos, y ninguno se acercaría a la belleza y a la sencillez que hay plasmado en esas pinceladas.

Madrid es eso, destellos, imágenes, hojas marchitadas, ruido de coches, miradas furtivas, gritos al vacío. Madrid, la nada y el todo.
Qué grande me siento en este pequeño Madrid.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El andén fantasma

El andén fantasma lo llaman. Chamberí para sus transeúntes.
He viajado en el pasado.
Baldosas blancas, impolutas. Impregnado de ese olor a pasado, que todos conocemos, ese pasado que nunca deberíamos olvidar.
Su tono blanquecino lo inunda todo, seña, ésta, de otra época.
Casetas expendedoras con sillas altísimas, con una pequeña taquilla de menos de 25 cm, para cada trabajador. Ni siquiera con teléfono. Aislados, apartados. Abandonados.
Únicamente acompañados por un ruido prolongado y varias veces repetidos a lo largo del día, un ruido que ni siquiera se para, para preguntarles cómo se sienten.
Aire viciado, cargado de luz artificial esmaltado. Pasos huecos, voz apagada, soledad acompañada. Tristeza.
Cuántos grandes hombres, y mujeres, trabajaron aquí, personas que merecen que su vida, y sobre todo su recuerdo sea contado. Cuántas anécdotas habrán pasado por esos muros baldosados… y dónde estarán ahora.
Recuerdos que nunca han existido en mi, me golpean en los ojos, cuántas palabras más poderosas que las imágenes habría que contar. Cuántas vidas... cuántas.

Me siento muy cómodo allí, sintiendo como el pasado y el presente se abrazan y crean un devenir repleto de recuerdos por crear.

Esto es historia de Madrid, pero me pregunto yo, ¿Dónde está?

miércoles, 19 de noviembre de 2008

-13-

Así, en la luna oscura, dormida de blanco y nácar,
deposité mis yertos, exploradores de savia, en tus,
mías, vivas lágrimas.

De ayer, cuando dormida, anclada
en mi recuerdo, en un episodio que
nadie escribió, tus belfos
nadaban, en un futuro inundado de azul; nunca
más acabado.

Palabras desconocidas, ajenas, entran en el presente
que nunca, jamás…
Y pesadamente invaden
el futuro que ninguna vez….

Siempre, en el ayer olvidado.

Cuando duerma, solo pido recordar una cosa:
Tu guedeja.

Ángel

Hoy he ido a ver “Camino” de Javier Fesser.
No es mi intención criticar para bien o para mal esta película. No es mi cometido en esta entrada, pero si quería contar porque la he ido a ver.
Llevaba obsesionado con una imagen de la película, casi una semana, y me ha costado mucho dormir.
Era la cara del ángel de la guarda de la protagonista. Gritando “Mami”, con los ojos totalmente desencajados. Desde hacía mucho tiempo no tenía tanto miedo a algo.
Tenía esa imagen en la cabeza, y eso que en su momento, en un trailer, solo la vi un segundo, pero se quedó en mi como las imágenes subliminales de “El exorcista”.Pero ésta, en cambio, me tenía totalmente obsesionado y aterrorizado, intentando evitar que viera esa película como fuera.
Hoy no he aguantado más, me gusta enfrentarme a mis miedos, aunque después salga con más miedo todavía, lo mismo que me pasó con las serpientes y los espejos.
La imagen de la película es muy poderosa, y admito que un escalofrío me ha atenazado por detrás, como si alguien me estuviera agarrando, pero pasó.
El miedo ya no está, pero estos últimos días han sido muy nerviosos para mí, esperando que esa cara, con esos rizos ondulados, desapareciera de mis sueños, pero poseyendo cada vez más mis pesadillas.
Espero que esta noche pueda dormir tranquilo.
Miedo, miedo a lo desconocido. Tengo miedos que aún no he descubierto. Tengo miedo a ellos.

viernes, 14 de noviembre de 2008

La buena nueva

Recién vengo de ver ésta película.
Tengo que admitir que fui a verla para admirar a una actriz que me tiene fascinado, Bárbara Goenaga. Maravillosa actriz, con un talento envidiable, y con una carita de poder convencer a cualquiera, de cualquier cosa. Desde que vi “Mi dulce”, me quedé prendado de ella, he intentado seguirla en todo lo que ha hecho. Me asombré con “Oviedo Express”, y su personaje enamora hasta a su propio director, eso le valió una nominación a los Goya, (totalmente merecida). En este mismo año pude ver “Los cronocrímenes”, película, que aunque complicada, es sencillamente redonda. Sorprende que un director español se atreva a hacer algo así, y Bárbara, aunque sea corto su papel, es indispensable, y, por supuesto, perfecto. Todos queríamos más, y quien vea la película entenderá las dos razones.
Llevaba unos días esperando que se estrenara “La buena nueva”, y ha valido la pena.
Fui a buscar un tesoro y encontré la vida eterna. Entré buscando a Bárbara Goenaga, y encontré a Unax. ¡Qué pedazo de actor¡.
Creo que es uno, sino el mejor, actor joven que tiene el cine español. Nunca ha dejado frío al público, ya sea con su cara de buen chico, (Mi dulce, Alatriste, El amor en tiempos del cólera, etc.…) o con su faceta gamberra (Frío sol de invierno, Héctor, Báilame el agua), éste actor nos hace creer que dentro de poco Hollywood, le llamará, ojala les traicione y se quede con nosotros mucho tiempo.
Su actuación no deja indiferente a nadie, y esperas cada fotograma para que aparezca; su sufrimiento, sus dudas, su inconformismo, son más que simples actuaciones, Unax las convierte en vivencias. Ahí está la diferencia entre un actor y un buen actor, un actor simplemente actúa, un buen actor hace viva la historia.
Esta película pasará sin pena ni gloria por las carteleras, (ojala me equivoque), pero si alguien quiere conmoverse con una actuación que huele a Goya, que no lo dude, que encaminé sus pasos al Cine Paz, y en la sala 3 le espera una buena película, (aunque mil veces contada), que hace que te enamores del padre Miguel.
No soy quien para criticar la película, no diré si es mala o buena, solo que la dirección es formidable, su estructura, envidiable.
Bárbara Goenaga – Unax Ugalde, dos actores jóvenes para tener muy en cuenta. Ojala encuentren el camino que realmente desean encontrar.
Gracias por esas dos horas, amigos.

lunes, 10 de noviembre de 2008

¿Quién es ese que está detrás tuyo?

Siempre he adorado el miedo, pasar miedo, soltar adrenalina, gritar. Temo y amo el miedo.
Solo un libro me ha dado miedo de verdad, “Drácula” de Bram Stoker, también es verdad de que yo busqué ese miedo, leí el libro por la noche, y solo con la iluminación de velas. Cualquier sombra me ponía los pelos de punta. No lo he vuelto a releer, quizás por una mezcla de miedo y de temor a que deje de darme miedo.
Hay muchas pelis que si me han dado miedo, recuerdo con mucho cariño los viernes que nos juntábamos Vane y yo, (y de vez en cuando algún que otro invitado), y veíamos películas de miedo, algo así como el alucine de la 2 de hace unos años.
Vimos La noche de los muertos vivientes, Zombi, el día de los muertos vivientes, (Viva Romero¡¡), Los niños del maíz, muñeco diabólico, y muchas más.
Creo que me da más miedo la nueva versión de La noche de los muertos vivientes que la antigua, pero bueno, sobre gustos….
El exorcista, The ring, Los otros, It, El resplandor (también admitiría Alien, el octavo pasajero, pero siempre tengo la duda de que si es ciencia ficción)
También tengo en un muy buen recuerdo la saga Scream, y no porque me diera miedo de verdad, si no porque me lo pase muy bien con mis amigos viéndola, incluyendo algún sustito, jejeje.
De las pelis modernas tengo que admitir que Los sin nombre me tuvo muy acojonado, y con REC lo pasé muy mal, sobre todo su última media hora.

Me acuerdo que hace casi un año, en mi casa, estaba viendo una película de muertos o algo así, de los 70, era italiana. No me dio excesivo miedo, pero empezaron a ocurrírseme escenas para un corto que realmente diera miedo. A todas las personas que le he contado alguna escena, se han acojonado.

Quienes leáis este blog os pongo un ejemplo.

Imaginar que estáis tumbados en vuestra cama, leyendo o colocando algo, estáis solos en vuestra casa, y cuando menos lo pensáis escucháis como alguien aporrea la puerta de vuestra habitación. ¿Qué haríais? ¿Salir? … pensad en ello…

viernes, 7 de noviembre de 2008

-12-

Sueño, color vainilla, impregnado de recuerdos olvidados.
Recuerdos que viajan sin cesar, hasta el interior del ser que grita sin parar.

-¡No!, calla ese silencio atronador. Quiero dormir en tus ojos, que nunca miran.
-¡Ni lo harán!, déjalos descansar, cansados de tanta putrefacción, en un mundo sin color.
-¿En qué mundo?, ¿En éste lleno de colores negros y blancos?. Cierto es que estoy ciego cuando veo, y miro cuando oigo.

Confusión, un sin saber estar.

-¿Estás loco?, ¿O soy yo quién escucha voces en el exterior?
-Háblame en el silencio, necesito tu olor a ayer, y tus manos que acarician el vacío
del mañana

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Batiburrillo de cosas

1.
Nadie puede negar que sea un hombre de palabra, unas navidades lo atestiguan.
Mis amigos, Nacho, Noe y Vane (no sé si también estaba su hermano Víctor, gran persona), íbamos a echar una partida al Trivial, y nos apostamos que quien perdiera se tendría que comer un trozo de turrón de chocolate con Ketchup.
Todas las personas que me conoces admiten que soy una persona muy inteligente, pero, ¡¡tate¡¡, siempre pierdo al Trivial, y ésta vez no fue una excepción.
Cuando doy mi palabra, la doy y me comí aquella cosa repugnante.
(Mis amigos me admitieron que si hubieran perdido no lo hubieran tomado…., yo no digo nada.)

2.
Aun estábamos en el instituto, y teníamos por costumbre, todos o casi todos los fines de semana quedar simplemente para estar juntos, aun no conocíamos a Nacho, pero su lugar lo ocupaba una chica llamada Ana, de mal recuerdo y en mi caso, prefiero millones de veces la compañía de mi amigo-hermano Nacho.
Noelia y esa chica estaban sentadas en un bordillo de ladrillo, hablando de sus cosas, mientras Vane, su hermano, (el gran Choflas), y yo, dábamos patadas a un balón.
En un momento indicado, Víctor le dio un chutazo al balón justo debajo de donde ellas estaban ellas sentadas, en la pared de ladrillo, en ningún momento las tocó, pero el susto provocó que las dos cayeran de espaldas, hacía atrás, justo en un pequeño jardín que era bordeado por esa pared-bordillo donde estaban sentadas.
Cayeron como un escarabajo pelotero, con los brazos y las piernas hacía arriba.
Si es que el Vitín es mucho Vitín…


3.
Aun no he hablado de un amiguete llamado Isaac. Hace mucho tiempo que no le veo, pero compartimos 2 ó 3 meses de trabajo.
Para dar una pequeña referencia diré que siendo un gran tipo, es una de las personas más patosas del mundo, es capaz de tropezar con una cáscara de pipa y abrirse la cabeza.
Isaac y Jorge (otro buen amigo) trabajaban en un cine, cortando las entradas. Yo, y Vane (bueno y más gente), éramos los que limpiábamos las salas. Nosotros barríamos y ellos recogían, no siempre, los botes y las botellas de agua.
Durante un tiempo, antes de que entrara yo a trabajar allí, se impuso una moda; la guerra de botellas de agua, dando igual la cantidad de agua que había. (algunas hacían realmente daño)
Bueno, en una de estas guerras, a tres bandas entre Jorge, Isaac y Vanesa, Isaac tiró una botella de agua a Vanesa, pero su escasa fuerza hizo que diera en una butaca del cine y rebotara hacía Isaac, dándose una pedazo de hostia con la botella, que a lo poco se abre la cabeza. Nadie más pudo tirar una botella más, acabaron todos descojonados, e Isaac cortó entradas ese día con una pequeña muesca en la frente, señal del tapón de la botella.

Qué alto nos lleva el amor

Creo que mi vida tiene bastante de absurdo, siempre que salgo a la calle me pasan cosas muy raras, yo estoy acostumbrado pero cuando le cuento ciertas cosas a ciertas personas, se asombran y se asustan, para muestra un botón.
Hará como 8 años, más o menos por estas fechas. Durante cuatro meses compartí mi vida con una chica, uno de los amores de mi vida, y quizás el que más daño me ha hecho pero que me ha dado más felicidades, antes y ahora, porque por fortuna me puedo considerar el mejor amigo de esa chica.
Estábamos dando una vuelta por el centro, con un frío helador, ya habíamos cenado, así que cogidos de las manos, como amantes, nos encaminamos a rodear la Plaza Mayor de Madrid, de repente encontramos un sitio apartado, justo detrás de una iglesia, había unos bancos de piedra, y no había ninguna farola, lo ideal para nuestras caricias furtivas y nuestros besos.
Seré sincero, también hablamos. Dejamos pasar el tiempo, perdiendo la noción de él por completo.
Recuerdo esa noche con mucho cariño, nos dijimos cosas muy bonitas, muy románticas, y a partir de ese día sentí realmente lo que es el amor.
Eran más de la 1 cuando nos íbamos a ir, así que volvimos por donde habíamos entrado.
Alguien había cerrado la puerta de entrada, de más de 4 metros de altura. Todo estaba a oscuras y no pasaba nadie.
Nos empezamos a asustar y temíamos pasar la noche allí, hacía mucho frío.
En el lado opuesto de la entrada había otra puerta, un poquito más baja, pero también difícil de escalar, que daba a una calle, en la cual tampoco pasaba nadie. No teníamos otra salida.
Yo siempre he tenido facilidad para escalar, será por que tengo muchas fuerzas en las piernas y en los brazos, pero mi “amiga” no tiene esa cualidad, (pero si muchas otras), así que como pude la ayude a escalar, señalándola donde debía poner los pies para no caerse. Al final la escalamos y pudimos salir de allí, y resulta que ella, en un momento indicado, puso mal el pie y se lo torció, pero hasta el día siguiente no se dio cuenta del moretón.
Lo curioso, además de lo ya contado, es que no he vuelto a encontrar aquel lugar, ni solo ni acompañado. Y sé de sobra que no me lo inventé.

lunes, 3 de noviembre de 2008

-11-

Luz extinguida, de reflejos verdes y parados. Sigue tu mirada
mi andar, y sin hablar, preguntas:

- ¿Qué tal tu felicidad?, la mía, solitaria y desconocida.

Se encendieron las luces, y se murió el silencio.

Besé tus ojos blancos, vivos y dolidos, y solo acerté a decir:

- Siempre será hoy.

Bailamos el vals de los desconocidos e ilusionados, pero sin
poseernos, y en el último acorde te besé, pero sin tocarte.

Ahora miro tu recuerdo en mi lápiz gastado, en esta hoja
en blanco, en esta duermevela irreal y sin dejar de llorar
agradezco tu ahora.

Leyendas de Granada (2)

Lo prometido es deuda.
Supongo que tiene razón GirlBlade y las cosas contadas, y no vividas, no tienen tanta gracia, pero no cejaré en el intento.

Segundo día en Granada. Nuestra decisión estaba clara, ser turistas.
Andamos lo que no está en los escritos, dimos vueltas por todas partes, y hasta hubo un momento tenso cuando Nacho hizo valer su cabezonería, pero no fue nada preocupante.
Lo mejor llegó después, por la noche.

Se me olvidó comentar, en la entrada anterior, que como era mi primer camping, no tenía lo necesario para dormir, y usaba de almohada una pelota de playa un poquito dura.

A lo que iba, estábamos tan cansados que esa noche no hubo mambo, pero yo estaba muerto de calor, y sugerí a Vanesa que dejáramos un resquicio en la puerta para que pudiera entrar el aire, ella se negó, como es normal, aduciendo que de esa manera entrarían mosquitos y nos picarían, como mucho me dejaba tener la mosquitera abierta, pero daba igual, con la puerta cerrada no podría entrar aire, estábamos en las mismas.
Sin más ni más, nos dormimos. La sorpresa llegó a la mañana.

No sé bien la hora que era, pero un grito me despertó.

-¡¡Raúl¡¡

Algo había pasado, pero no sabía ni intuía el qué.
Moví mi cuerpo, los brazos, las piernas, para levantarme, pero no podía.

-¡¡Raúl, ¿dónde está tu cabeza?¡¡

¿Cómo que dónde estaba mi cabeza?, en su sitio, pensaba yo, joder, si podía mover los ojos. Fue entonces cuando mire hacía mi cuerpo. Allí no estaba. Solo veía una lona de plástico, a ras de mi cuello.
Empecé a mover el cuerpo, lo notaba, pero no lo veía. No entendía nada.
Unas risas de Vanesa me hicieron calmarme.

Quizá alguno ya intuís que había pasado, os lo explico.

Por la noche, bastante sonámbulo, (yo no me acuerdo), y muerto de calor, había sacado la cabeza por la puerta de la tienda de campaña, había puesto la pelota-almohada debajo de mi cabeza, y había cerrado todas las cremalleras a ras de mi cuello, para que dentro no entraran los mosquitos.
La sorpresa llegó cuando Vane se despertó a la mañana y vio mi cuerpo, pero no mi cabeza, y como yo movía el cuerpo, (ya que lo notaba), como un payaso.

Me imagino cualquier persona del camping, que hubiera madrugado más que nosotros, y hubiera echado una ojeada a nuestras tiendas de campaña, y hubiera visto mi cabeza por fuera, dando una imagen de cabeza cortada, el susto que se hubiera pegado.
Y sin ir más lejos, si a Nacho o a Noelia se le hubiera ocurrido salir de su tienda, para ir al baño, el susto hubiera sido morrocotudo.

Ya no nos pudimos dormir, entre el descojono y la risa tonta.

viernes, 31 de octubre de 2008

Leyendas de Granada (1)

Por desgracia solo he podido ir de vacaciones una vez con mis mejores amigos, y ese destino fue Granada, y más exactamente Motril.
Queríamos estar de camping, ya que nuestro presupuesto no era demasiado boyante, Vanesa y yo compartiríamos una tienda, y Nacho y su novia, Noelia, la otra.
Allí pasaron muchas cosas, unas buenas, otras malas, y algunas peores.
Ya empezó mal el viaje con un sms mandado a nuestros compañeros, desde el autocar que nos llevaba a su encuentro en Granada, de parte de Vanesa. No me acuerdo de su totalidad pero algo así como: “Vaya peazo de trozo de cacho de josconcio nos hemos dado. Txefoide. “y no sé que más, un mensaje tan encriptado, que aun hoy, 5 ó 6 años después sigo sin saber que queríamos decir.
Después de muchas vueltas en el autobús que nos llevó a Motril, desde Granada, y ya con nuestros amigos a bordo, nos adentramos en un camping, llamado Don Cactus, con un pequeño zoo a su entrada, donde solo había pavos reales y gallinas.
Noelia y yo, como no teníamos ni idea de montar las tiendas de campaña, nos fuimos a comprar varias cosillas para poder comer.
No sé el tiempo que tardaron Nacho y Vane en montarlo todo, pero algo nos decía que no podríamos olvidar el viaje, sobre todo cuando vimos las tiendas montadas. Las puertas de entrada a las tiendas, estaban totalmente enfrentadas, con un espacio entre ambas de apenas un metro, y para entrar a dormir nos teníamos que pedir permiso. Vamos que nos faltaba una bocina para avisar que salíamos….
.. ..
La primera noche fue…… que fue… no tengo palabras para describirla. Mientras Nacho y Noe dormían (o más bien retozaban) en la otra tienda, Vane y yo, sin sueño, nos entreteníamos. Primero estuvimos completando unos cuantos tests de personalidad, ya sabéis, sacados directamente de revistas tan prestigiosas como “Vale” y “SuperPop”. Cuando Vane me dijo que el resultado del test que habíamos hecho me daba como una mujer innovadora en su vestir, y muy femenina, me harté de seguir.
.. ..
Yo como novato en esos lances, no me lleve nada para dormir, solo un saco tan fino que se me clavaban las piedrecitas del suelo, mientras Vanesa dormía en una colchoneta que parecía el colchón que anuncian en la tele, ese donde duerme una foca y no te despiertas, (qué manda cojones dormir con una foca)
.. ..
Después de que la caravana del otro lado nos llamara la atención para que nos durmiéramos, y con ambos sujetos, es decir nosotros, boca arriba, y con ganas de marcha, un coche o persona, o Dios sabe qué, pasó muy cerca de nosotros. Por la luz que teníamos dentro y por las sombras traidoras que provocaba, parecía, mismamente, que se nos echaba encima, así que Vane, luciendo un estilo que ni Nadia Comanecci hubiera podido imitar, (y gracias al miedo) dio una voltereta en el aire, quedando boca abajo. Y lo que tiene más mérito, sin sacar las sabanas de su sitio, y sin provocar mayor catástrofe que mi posterior ataque de risa. No sé porque la imagen de un escarabajo pelotero se me vino a la cabeza.
.. ..
Pero ahí no quedo la cosa de ese viaje. En la próxima entrega os contaré la historia del hombre sin cabeza, que aun atemoriza a los transeúntes solitarios del camping “Don Cactus”

lunes, 27 de octubre de 2008

-10-

Sol de luna apagada, de mirada ingrávida,
de tierno lucir.
Anoche, por la mañana, cuando los sonámbulos
cruzan el espejo, te vi, crucé mi mirar con ésta,
tu sombra.

El horizonte, tuyo, blando y grueso, amarillo
y oscurecido, blandí, entonces, mi pesar,
noté tu desgajado pasado,
tu inútil ayer, tu útil ayer.

Negro caballo, de humo blanco, poeta de cristal,
sin hoja en blanco, sin asentimiento. Recuerdo de madre y hermano.
¿Quién es el que está en la espesura de tu sombra blanca?

Te diré, (hermana, amiga, sombra de lo que no fue), quién es.
Mátole el silencio. Cenizas. Humo.

Y por fin, en esta cruz de mujeres sin alma
te dormirás de una batiente de alas azules y rojas. Sin despertar,
princesa. Sin despertar.

Puedo sin sentir creo, y siento sin poder creer.

Figura serena, blanca y ligera, a tu pesar,
dulce y salada, al mío.
¿Qué será de estos días sin noche, de estas noches
sin sol, de este andar sin pasos?

Dame tu reflejo en mi viajar y vete para siempre volar.

domingo, 26 de octubre de 2008

¿Te apetece sonreír?

Qué poco se necesita para ser feliz.
Una tarde, tu familia, una sonrisa de tu sobrina, una película entretenida, quizás un paseo. Rememorar unos cuantos recuerdos infantiles, comida bien hecha.
La felicidad es algo más que el dinero, o un trabajo, es sentirse completo.
Un besito, una caricia, una mirada.

Tengo la mala fortuna de solo poder ver a mi hermano una vez a la semana, y se podría decir que no hemos hecho nada, solo jugar a la videoconsola, pero a mi eso me ha valido. Mientras, en el salón, mis padres, con mis sobrinos, y mi cuñada. Desde la habitación que estábamos se escuchaban las risas, los juegos, los “piques”, y tanto mi hermano como yo no dejábamos de sonreír.

Cuando eres más joven eres el causante de esos juegos, pero de mayor ves a tus hijos, sobrinos o nietos, y no dejas de reírte. Esa ingenuidad, esas sonrisas, esos recreos infantiles.

La sociedad de ahora no deja tener momentos tan maravillosos como esos, todos tenemos que trabajar, y la mayoría en trabajos que odian, solo para poder vivir, o más bien, sobrevivir, sin darnos cuenta lo que realmente es valioso; el mundo que nos rodea, nuestra familia.

Qué lejos quedan ahora los años que estudiaba el último día, o las vísperas de reyes magos, ansiando los regalos, o simplemente la esperanza de unos nuevos rotuladores. Ahora la vida tiene más de monotonía que de sorpresa, pero de vez en cuando, tu sobrina, tu sobrino, te regalan una tarde llena de felicidad, y sonreís como cuando tenías 8 años y te regalaban un caja de 64 rotuladores carioca.

viernes, 24 de octubre de 2008

Camino

Todo está en todo. Todo ya está escrito. Todo vuela, y todo muere.
¿Qué es la poesía sin el teatro y sin la novela?, elementos que se necesitan recíprocamente, necesitan beber uno de otros, y los otros de unos.
Novelas como “Pedro Páramo” de J. Rulfo, o “La lluvia amarilla” de J. Llamazares, son pura poesía, su prosa llega a cotas de la poesía que ningún poeta ha llegado, hay puro lirismo en sus oraciones, hay recuerdos, sentimientos, amores, todo.
Poemarios como “Aquí no hay poesía” de J. Bayly, con un uso de la lengua totalmente coloquial, y en cambio, su forma es poesía. ¿Qué es?

La literatura ha dejado de existir, muere todas las noches, y vuelve a nacer cuando uno se despierta. La literatura es la vida. No importa si lo que quieres contar tiene que ocupar 400 páginas, o una línea, (qué se lo digan a Augusto Monterroso).

Toda novela, o poemario, u obra de teatro tiene algo de quien la escribe; su alma, su vida, su trabajo, su yo. Eso es poesía.
La creación es el padre de la literatura, pero tiene muchos hijos.
Cojámonos de las manos, y no luchemos; andemos. El camino se hace al andar, no al imaginarlo. Somos y no somos, ahora y mañana. Todo es todo.

No esperemos un día mejor, más soleado, con menos obstáculos. Todo es necesario, no hay nada prescindible, porque si no, no existiría.
Quién sabe, a lo mejor estoy salvado la vida a una persona por escribir esto, yo solo me conformaría con hacerla sonreír.

lunes, 20 de octubre de 2008

11 meses después del amanecer

Por fin acabé mi primera novela. Después de once meses escribiéndola.
Creo que nunca estará perfecta, pero se acerca bastante a lo había soñado, cuando empecé a escribirla.
Todos los escritos tienen algo de autobiográfico, ya sea en la poesia, en la novela, o simplemente en una historia. Y ésta también es así.
Hay un personaje, secundario, que está perdido, no conoce su lugar en el mundo, y va dando tumbos. Va de persona en persona, buscando ese cariño, o ese amor que se le negó desde que nació, y solo encuentra que es utilizado como un pañuelo, y no precisamente para limpiarse las lágrimas.

La verdad es que estoy muy contento del resultado final, me ha valido para darme cuenta de que con disciplina, puedo conseguir escribir lo que me proponga.
Debo de ser sincero, esta novela está escrita a cuatro manos, ya que mi mejor amigo, y hermano, Nacho, a colaborado en la mitad. Cada uno a puesto lo que sabía; yo, la creación, la introspección, el desarrollo, él, la realidad, la corrección, la dureza.

Espero que dentro de un tiempo, alguna editorial valiente, se anime a publicarlo.
Como lector diré que no es una obra maestra, pero si mejor que otras novelas que se publican ahora.

Si tenemos la suerte de que algún día está en las librerías, ya os avisaré, para que…,
qué iluso soy.

sábado, 18 de octubre de 2008

-9-

Y te miro en el espejo, color ayer,
y tu figura, suave, transparente,
se refleja en mi sentir tristemente,
y mi pasado regresa en su nacer.

Y me miro en el espejo, color ser,
y la sombra me envuelve pesadamente,
tu recuerdo, hoy, seca tu simiente,
y sueño, despertado, en tu volver.

Tu nombre, que poco recuerdo, existe,
vive y llama, vive y muere, sembrarás,
y en este árbol grabarlo pudiste.

Y ahora, en mi vuelo cantarás,
y ahora, tu imagen marrón se viste,
y ahora, en mi adiós te digo: vivirás.

El mago maño

Por fin ha vuelto. Su nuevo disco desborda Bunbury por todas partes.
Rock, rock y rock. Nada más.
Lejano quedan sus experimentos, que aunque acertados, únicamente distorsionaban su verdadero sonido.
“Helville De Luxe” es un disco que sabe a poco. En sus letras, donde las guitarras predominan, y donde el folk se junta con el rock, una voz se escucha más que ninguna; es esa unión lo que hace que este disco se convierta en uno de los mejores, si no el mejor, de la carrera en solitario del maño universal.
Once años lleva solo, y en cada nuevo disco pega un salto tanto de calidad, como de innovación. Radical Sonora sonaba demasiado a Héroes del Silencio, y enseguida se arrepintió de ello, Enrique es un explorador, no un hombre cotidiano.
Los siguientes discos fueron menores, y de también de menor repercusión mediática, pero con igual o más calidad que su primer disco, aun se encontraba buscando su camino.
Entonces llegó, En 2002 apareció. Su mejor disco hasta la fecha. “Flamingos”. Un disco repleto de ritmo y de mensajes escondidos. Su meta a un estaba lejos, pero pudo comprender que lo importante no era llegar a alguna parte, sino el propio camino. Con canciones como “Si”, o “Ciudad de bajas pasiones”, y sin olvidar “Hermosos y malditos” testificó esta aseveración.
Ya no se sentía presionado por el pasado de Héroes del Silencio, al fin era él, Enrique Bunbury.
Los siguientes discos simplemente eran diversión, eran discos predestinados a un montaje de concierto, a pasarlo bien, a imaginar que todos pertenecemos a una noria, a un circo. La calidad no la descuidó, pero en “Freak show” se entregó, plenamente, a esa diversión.
No hablemos ahora de sus colaboraciones esporádicas, no olvidemos que estamos ante un artista, además de polifacético, inquieto, alguien que no para de buscar caminos nuevos que recorrer, sin importar la meta.
La poesía, la literatura, su saber estar, son sus señas de identidad. Enrique Bunbury, un artista que antes de nada, admira la inteligencia.

Sus letras hacen reflexionar, pero no de una forma social, como quizás lo haga Ismael Serrano, o Joaquín Sabina, pero si de una forma más profunda, y sobre todo, más subjetiva. La vida de cada uno, es de cada uno, ¿quién eres tú para vivir la mía?

Gracias por regresar, gracias por no haberte ido nunca. Gracias Enrique.

miércoles, 15 de octubre de 2008

¿Lo soy?

Hoy me ha pasado algo que me ha hecho recordar algo que pasó hace tiempo.
Cuando he llegado a casa he visto que mis gatos me la había liado, me había roto unos vasos, había tirado libros al suelo, y demás. Me he enfadado muchísimo, y les he gritado, y, lo admito, les he pegado a los dos en el culo.
Cuando me he calmado, no paraba de llorar, no sabía como pedirles perdón, me sentía totalmente desconsolado, como si hubiera matado a alguien, me he sentado en el suelo, con la cabeza entre las piernas y lloraba, más y más. Sentía dolor, mucho dolor, me ahogaba en mis propios llantos, y no sabía como pararlo. Los gatos me miraban, maullaban muy quejadamente, como si me dijeran que dejara de llorar. Me he sentado en el sofá, y cogido a Goku en brazos, poco a poco me he ido calmando, pero aunque los sollozos paraban, las lágrimas, no. Hasta que no he sentido que mis niños se me ponían en el regazo, no he dejado de sentir un dolor dentro de mi, como si me estuvieran atravesando.
Hace mucho años, sin causa aparente, ... la tomé con Peluc; lo pegué, lo arrojé a las paredes. Aun sigo sin saber porqué. Solo recuerdo que durante un mes no pude mirar a los ojos a mi peluche, me sentía avergonzado, como si hubiera echo el peor de los delitos, y eso que era un peluche, desde ese momento, cuando me sentía tan mal, empecé a darme cuenta lo importante que era para mí.
Sé que he cometido mucho errores en mi vida, y que seguiré cometiéndolos, tendré que aceptar que todos los errores me harán llorar... no valgo para hacer daño a nadie, ni siquiera a un muñeco. Soy un blando, qué se le va a hacer...
¿Me perdonáis? ......

-8-

Anoche, a las diez de la mañana, pensaba tu recuerdo, tu mirada reflejada en el espejo ciego, color soledad.

Sombra en la luna, tapada de la belleza oculta.
Desconocida de ojos tono niño, con sabor a vainilla recién nacida.

Asomado a la terraza de mis sueños, busco tu presencia en los rostros equivocados, solo recibo un puede ser; y un nunca te encontraré.

Estos labios sin fin, estas manos que no sirven para escribir,acarician la respuesta imberbe, y suspiran por un aliento que me agiten este aciago día sin miel.

Ahora, en esta madrugada, pregunta a tu compañera silenciosa, mira su sombra, e intenta responder lo que dice el triste ayer.

¿Te espero?

lunes, 13 de octubre de 2008

Einstein disfrazado de filosofía

Recién me acabé un libro que me ha gustado mucho, se llama "La fórmula de Dios". No soy quien para decir si es bueno o malo, eso es trabajo de críticos, aunque les hagamos muy poco caso.
En el libro, gracias a la física y a una trama un poco rocambolesca, con Einstein de por medio, intenta explicar la existencia de Dios.
Siempre he creído que la física era demasiado complicada, pero no es así, Jose Rodrigues Dos Santos hace un libro ameno y divertido, con ejemplos claros, bastante esclarecedor.
Me ha recordado mucho a las enseñanzas de Aristóteles; lo del primer motor, algo inamovible -origen de todo movimiento, causa que provoca un efecto pero que no le ha originado nada.
Siempre he creído que todos somos en parte Dios, todos tenemos la facultad de crear, ya sea vida, arte, muerte o simplemente, nada.
El libro plantea varias preguntas que tienen que ver mucho con la filosofia, por ejemplo: ¿Somos libres realmente?, ¿Existe el libre albedrío?. Yo creo que no, todos estamos influenciados por todo y todos. No elegimos libremente ni cuando comemos, comemos cuando tenemos hambre, y eso provoca que no muramos de anihalición, ningun acto es libre, todo depende de algo y provoca algo.
Otro problema que me ha gustado es la paradoja de Zenon; la tortuga y la liebre. Aunque la liebre corre más, siempre lo hará de una forma proporcional a la tortuga, y eso, matematicamente, quiere decir que nunca la alcanzará. Lo mismo es el mundo, nunca podremos conocerlo todo, primero debemos de saber la historia del universo, de todo el universo, despues de cada constelación, de cada planeta, de cada satélite, de cada continente, de cada pais, de cada ciudad, de cada barrio, de cada calle, de cada casa, de cada familia, de cada persona, de cada molécula, de cada átomo, y así hasta el infinito. De lo universal e infinito, hasta lo particular e infinito.
Y por último, si yo dijera "yo siempre miento", ¿Estaría diciendo la verdad? Da que pensar.
Recomiendo esta lectura.

viernes, 10 de octubre de 2008

Fuera de sitio

Esta semana he retomado mis clases en la universidad, después de mi año sabático.
Me trae muchos recuerdos estar en esa facultad. Mire donde mire me vienen a la cabeza besos furtivos, soledad, risas, abrazos, caricias, desamparo, tumulto.
Mil cosas me han pasado entre sus paredes, y también fuera de ellas.
Conocí a uno de los amores de mi vida, la mujer que más daño me ha hecho.
Allí nació el germen de mi escritura, gracias a las cuantiosas lecturas desconocidas para mí.
Ya no conozco a nadie, solo a un gran amigo, Jorge. Me siento muy solo allí, sé que no pertenezco a esas clases soporíferas, o a las lecciones inservibles, pero si al ambiente de fuera, a las conversaciones en el bar, a las cervezas en las entradas, y sobre todo, a los besos que pude dar.
María, Luis, Alberto, Irene, Leticia, María, (otra). Nombres llenos de amarguras, y casi extintos.
Mi lugar está en los libros que leen los universitarios, leyendo en la intemperie, o simplemente paseando en buena compañía.
No valgo para ser filólogo, aunque ame a la literatura como a mi propia vida. Valgo para escribir, para leer, para aprender, pero no para memorizar.

-7-

Amanecer tardío, amarillo y rojo.
Amanecer frágil, lleno de tristezas
y de soledades.

Miro en este espejo, ciego, roto,
manchado del pasado y veo tus
ojos con sabor a miel.

Agítame cuando estés en
silencio, y escucharás como te recuerdo.

No dejes que la soledad inunde esos
ojos amantes, esos labios que quiero
besar, o esas manos que acarician el
aire que respiro.

En esta luna abierta
te pregunto una cosa:
-¿Me dejas cuidar tu felicidad?

Primera pincelada

Tengo tres tatoos en mi cuerpo, son pequeños, símbolos chinos.
El primero me lo hice hace muchos años, calculo que unos siete. Lo tengo en el omoplato derecho, y significa “Amor” o “Enamorado”. Sé lo que estáis pensando pero es cierto que pone eso, mi hermano estudio chino durante dos años, y aunque no aprendió demasiado, (por la complejidad del idioma, no porque mi hermano fuera un zote), me certificó que significa eso.
Todos mis tatuajes significan algo en mi vida, no los tengo simplemente como adorno o como molestia.
Cuando aun iba al instituto estaba enamorado de una chica llamada Leticia, y lo peor, o mejor, es que no parábamos de hablar, nos llevábamos muy bien, pero nunca me atreví a confesarla lo que sentía, principalmente porque me daba vergüenza.
Cuando se acabó el curso me crucé en la calla con una amiga mutua, y la pregunté por Leticia, me dijo que estaba saliendo con un chico desde hacía un mes, porque se había cansado de esperar a que me declarara. Su amiga me dijo que estaba colada por mi.
Desde ese día me juré a mi mismo que nunca más negaría el amor, y que siempre que lo sintiera, lo confesaría, aunque eso significara un rechazo, pero gracias a mi forma de ser, impulsiva y pasional, he conocido a mujeres extraordinarias, que me han hecho mucho daño, pero que también me han hecho muy feliz.
Ya no sé ser de otra forma, y aunque me podría ir mejor, también podría irme peor. Al menos he conocido el amor, y lo he sentido en mi piel, y, carajo, cómo duele.

-6-

Poeta de cristal, luz sin brillo. Anochecer acompañado.
Espejo sin reflejo. Noche.

Ahora me acompañas, de lejos, y aun de cerca, el roce de tus
dedos acompañan al aire que toco.

Habla y busca. Riega, no olvides.
Ventana del mañana, hombre del presente. No olvides.

Abrázame, y no dejes que mi sombra tape tu cara.

Y aquí, en este día con luna, fue cuando lo sentí.
Miedo. Amor. Terror. Soledad. Amor. Eternidad. Amor. Amor.
Mis palabras hablaban y no sabían que decir.
Mi corazón latía y no sabía sentir.

Despedida sin lágrimas, abrazo sin beso.
Atadura sin cuerda. Mañana.

Amigo, hermano, amante, recordado, no olvides que tu
sangre, mi sangre, nuestra sangre discurre en el
latir de estas letras.

Nunca te diré hasta siempre.

Bendita acompañante

Siempre me he considerado un ser nocturno, funciono mejor de noche que de día. Estoy más activo.
Desde hace casi un año escribo mi novela a partir de la 1 de la noche, no soy capaz de concentrarme antes de esa hora, y eso a sabiendas de que tenga que madrugar al día siguiente.
La noche es la inspiración, es el enigma, es la victoria de la oscuridad a la claridad, es mi lugar.
No mentiré, adoro dormir, pero me gusta aprovechar la noche todo lo que puedo, y no sólo me refiero a salir, si no a conversar con una persona interesante, leer, escribir, o simplemente imaginar una historia en la cama.
Sobre todo me gustan las noches tranquilas, en las que no escucho nada, ni la lluvia, ni los coches, donde únicamente escuchó mis pensamientos.
También tengo que reconocer que hay noches, y noches. En ciertas ocasiones prefiero meterme en la cama temprano, pero es cuando aparece el insomnio, que llevo soportando desde que descubrí lo que esconden las noches.
Cuanto más me mentalizo para dormir, más me desvelo, pero cuanto más intento mantenerme despierto, antes me duermo. Creo recordar que eso lo comentan en la película de “Salvar al soldado Ryan”.
Hace unos años, mi amiga Vanesa me dijo que cuanto más se duerme, más sueño se tiene cuando uno se despierta, y es verdad. Te despiertas, somnoliento, calentito de las sábanas, después de haber dormido 8 ó 9 horas, y lo único que quieres es seguir durmiendo, pero en cambio, cuando solo puedes dormir 5 ó menos horas, te despiertas bien, o casi siempre bien, como si no hubieras dormido, es curioso.

Adoro escribir de noche, delante de mi ventana, ahora tapada por el fresco, sin coches pasando delante de ella, con mi gato Rufo en mi regazo.
La noche siempre será mi amiga, espero que nunca me fallé, aunque sé que yo si la he fallado varias veces. Qué me perdone.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Qué noche la de aquel día

Nunca me he creído de héroe de nada, pero cuando hacen daño o intentan hacer daño a alguien a quien quiero, intentó rebelarme.
Era por la noche, mi amiga Vanesa yo volvíamos de un cumpleaños, nuestra amiga Noelia cumplía 23 años, creo. Decidimos ir andando del metro a nuestra casa, y así hablar tranquilamente de nuestras cosas.
De repente alguien se acercó a la espalda de mi amiga

- Dame todo el dinero. –la dijo en un tono más bajo de lo normal.

Entre la sordera de mi amiga, y que pensábamos que era algún amigo mutuo que nos gastaba una broma, no hicimos caso, pero el sujeto insistió.

- Qué me des todo el dinero, coño –mientras lo decía le clavaba una cosa punzante en la espalda a Vane. Nos dimos cuenta que el atraco iba en serio, y nos asustamos de verdad.

Era un tipejo bajito, no más de 1,60, y la cosa punzante era un abrecartas. No podía consentir que un tipejo así acojonara a Vane, así que armándome de valor le dije;

- No te va a dar nada, cabrón – mientras empujé a mi amiga separándola del atracador.

El seguía insistiendo pero ahora me apuntaba con el punzón.

- Qué me des todo el dinero, hostia. –y se dirigió hacía mi.

En un segundos estábamos enzarzados en una pelea, yo le daba puñetazos en lacara y en el cuerpo y el me apuñalaba con el abrecartas, yo tenía una chaqueta de cuero y ni notaba las incisiones. Sin saber como le tiré al suelo, justo entre dos coches y asustado se fue a la mediana de la calle. En ambas direcciones pasaban coches, rodeándole.

En ese momento no sé que me dolía más mi orgullo o el intento de hacer daño a mi mejor amiga, y con una valentía nunca vista en mí, volví a retar al atracador.

- Ven aquí, cabrón. Qué te voy a matar¡¡¡ - grité con todos mis pulmones.

El atracador de medio pelo me hizo caso, y volvió. Nos volvimos a encarar en una pelea, y nuevamente fue vencido. Mientras nos peleábamos Vanesa no paraba de gritar, asustada, que me dejará en paz, que le daba todo el dinero que tenía. Un nuevo puñetazo le tiró de nuevo al suelo, con la consiguiente fuga.
Antes de irse definitivamente, unos vecinos escucharon el griterío de mi amiga y vinieron a ayudarme, aunque creo que hubiera necesitado él más ayuda que yo.

Mi amiga dejó de llorar y un vecino, amablemente, la llevó en su taxi, aunque la cobró la carrera.

Siempre que cuento esta historia a mis amigos me dicen que soy un héroe, que fui muy valiente, pero en cambio cuando se lo cuento a mis amigas me dicen que fui un gilipollas, y demasiado chulo. No sé que pensar.

martes, 7 de octubre de 2008

-5-

El amanecer llegó. Nueva mirada.
Aulló el viento despojando, a aquella mañana de nácar y fresa, del sabor de los últimos días, y arrojándolo muy lejos.....
El nombre de ese hombre no importa. Sólo importa la soledad que le inunda. La soledad, su única amiga, le ciega los ojos y sólo piensa en como se separará de ella, sin hacerla daño. La ama. La odia.....
En su reino, de cariño nunca dado y de amores olvidados, sentado está en su trono, hecho con las miradas de las mujeres que creyeron amarle.....
Su mirada triste, al infinito, interroga con los ojos.....
¿Dónde está mi futuro?, ¿Dónde está mi pasado? Sólo entonces comprende que nadie podrá amarle porque el no sabe amar. ¿Qué es el amor? Sabe que nunca lo sabrá. Un suspiro vuela.....
Lejos de allí, una niña mira al cielo y una caricia le toca la cara, cierra sus ojos y siente un beso en sus labios virginales. Pero la soledad también le acompaña. Pero siente dentro que ya nunca más dejará de estar sola.....
Luna llena.....
Duerme en su lecho de sueños rotos, y de nubes negras.....
Un sueño. Una cara. Un reflejo. Una búsqueda.....
El príncipe desconcertado se levantó de su cama, y se asomó a la ventana, a lo lejos distingue una estrella, cerró los ojos, y sintió una caricia en la cara.....
-Ahora, justo ahora. Gracias.....
Al día siguiente, el séquito del príncipe lo encontraron yerto, pero en su pecho una rosa y este cuento dormían.....

El infinito

Nunca antes me habían besado unos ojos, hasta que la conocí. Sus ojos marrones, desnudos, despojados de todo, menos de mi miedo, me miraron con mezcla de incredulidad y de advertencia. No pases de aquí, parecía decir, pero yo no hice caso.
Cuando te enamoras de alguien, nuevamente, no puedes hacer nada para evitarlo, ni mirar a otras, ni amar a otras, nada, tienes que soportar cómo su mirada se deposita en otros ojos, en otras manos, en otros labios, mientras que a ti, que te juraste nunca depender de nadie, te comen los celos, la impotencia y las lágrimas.....
.. ..
Cada movimiento suyo es como un alfiler, como un pellizco que te avisa que sus insomnios, sus orejas, su almohada, no serán tuyos. Al menos otra vez.....
.. ..
La primera vez que la vi después de nuestro silencio, intenté conmoverla con mis escritos que tenían más de mediocridad que de interés, y ella, con esa educación que caracteriza a los que tienen sangre jienense, escuchaba atenta cómo intentaba impresionarla con mis mentiras, y se reía con mis verdades.....
.. ..
No recuerdo nada más después, sólo un ligero roce de sus labios, y un desenfreno de los míos. No sabía cómo besarla, la verdad es que nunca he sabido como besar a una mujer, pero esta vez era la primera vez que alguien me besaba antes de besarme. Con los ojos, con las manos, con el cuerpo, con el alma, con la misma sombra. No cerré los ojos por mera educación, sino porque estaba abrumado, incrédulo, y la vez fascinado y aterrorizado.....
.. ..
Mi soledad, mi recelo, y sobre todo, el recuerdo del pasado, me acompañaron en el viaje de vuelta, después de acompañarla a su portal, y de pedirla un beso furtivo, que ella, por supuesto, me negó.....
.. ..
No podía pensar en mi inminente despido, sólo podía pensar en la próxima cita con ella. Unos minutos, un saludo, sólo eso. La desesperación me inundaba, se apoderaba de mí, me carcomía por dentro, y me negaba mil veces al minuto que estaba enamorado de ella, como hacía cuatro años.....
.. ..
Un café, el vestíbulo del Cine Tívoli, un libro, un té frío
....la Gran.. Vía.. fueron testigo de nuestro odio enamorado. ....
.. ..
El silencio importaba más que las palabras, no había nada que decir, ni teníamos intención de decir nada, solo mi impaciencia hacía que soltara una retahíla de verdades exageradas, o de mentiras disminuidas. Innecesarias en todo caso.....
.. ..
Cada día que pasaba se hacía más claro nuestro amor, y nos acercaba más a su propia muerte. Cosa que los dos sabíamos, pero que yo no quería creer. ....
.. ..
La noche, último espectador nuestro, madre de una luna en cuarto menguante, coloreaba, en blanco y negro, su cuerpo privado, en mi cama desnuda. ....
Cada palabra sobra. Cada recuerdo se enturbia. Cada mirada no es la suya. Cada segundo se muere.....
.. ..
María, Leticia, Carmen, Ana, solo nombres, nombres con cuerpo sin cara, nombres que dejaron de significar hace mucho tiempo, en el mismo momento que nacieron. ....
Mar, Irene, Verónica, Vanesa, amores que nunca fueron amores, mujeres que nunca dejaron de ser mujeres, pero que la lluvia amarilla acabó por destruir.....
.. ..
Daría hasta el color de mis ojos por tenerla en una mesa, como aquella vez, con un capuchino, que sabía a niñez, y que no pudimos beber ninguno de los dos, con mi uniforme color azul, y con su sonrisa, que justo ese día cumplía veintiséis años.....
.. ..
Detestaba su propio nombre, antiguo como su propia sombra, aunque le gustaba que yo lo pronunciara en nuestras escabullidas en la noche. Yo también odio mi nombre, si no está pronunciado por ella, con el ruido del silencio de la penumbra.....
.. ..
Y un día se fue, así sin más. ....
Sin pronunciar un adiós, un hasta luego, o un desesperante hasta siempre.....
Ella volvió a salir de mi vida, el mismo día que el sol regresaba a la ciudad. ....
.. ..
Dejé de existir para ella, no había sido más que una excusa para que la soledad no la invadiera, para que la tristeza no le tocara la piel, o para que el recuerdo a su ciudad no la hiciera llorar. Ya allí, aquí, ni soledad, ni tristeza ni recuerdo laten en ella.....
No soy más que ese mes, esa aventura, que se olvida tan pronto como apareció. ....
.. ..
Para mi fue el fin de la espera. Durante mucho tiempo soñaba que sus besos sabían a leche y a galletas, y cuando al fin los probé, me di cuenta que sabían a mí. A espera de tardes encapotadas, y a noches de lectura llenas de pasados ajenos.....
.. ..
Hoy la volví a ver. Tres meses separan a ese yo del yo de ahora. Y tengo los mismos sentimientos, los mismos ojos color duda. La misma vida.....
Ella es diferente, los mismos ojos marrones, el mismo pelo corto, moreno, eterno, la misma sonrisa de andaluza sin recuerdos, los mismos labios que durante un mes, fueron mis compañeros de viaje, y sobre todo, la misma oscuridad, pero con distinto sol. Totalmente diferente.....
.. ..
¿Por qué el recuerdo de la verdad es mejor que la propia verdad?, me preguntó mi hermano hace unos años. Ahora lo sé, pero no quiero contestarlo.....
.. ..
No sé si la volveré a ver, no sé si estoy preparado para volver a verla, no sé ni siquiera si quiero verla, qué tontería. Solo sé que una vez, solo una vez, conseguí acallar lo que una vez soñé.....

-5-

Noche lunera, voz azabache, baile sin luna.
Pende mi hilo de tristezas y de sombras
ajenas, ajeno a mi vida, color, azul niño.
Beberé, cuando el futuro no sea más que una sombra,
de tu sombra, y de tus sombras.
.. ..
Acércate, alma transparente, acuérdate del recuerdo
del olvido.
.. ..
El hola y el adiós se traban en mi lengua, para decirte
lo que te digo en mi sueño, y nunca
en tus
ojos.
.. ..
Bebo el andar joven de tu paso lejano, princesa inesperada,
y me estremezco.
.. ..
¿Por qué ahora? ¿Y por qué no siempre?
.. ..
Anoche, a las diez de la mañana te memorizé,
y dormí hasta el alba.

Miedo, siempre

Fue hace un par de años.
Siempre que voy al Cambíl, el pueblo de mis padres, visitó a mi abuela, como os dije hace tiempo, murió, recién cumple 5 años.
Era Agosto.
En Jaén hay poco que hacer, pasear, pensar, leer, esperar, y poco más. Tranquilidad toda la del mundo, pero siempre estás solo.
El mismo día que llegué dejé mi mochila y me fui a ver a mi abuela. Desde mi casa de allí hasta el cementerio dista unos 2 ó 3 kilómetros, y casi todo en cuesta arriba.
Esa vez me acompañó mi padre, y mientras íbamos andando me contaba historias de su infancia en ese páramo tan singular. Me las sé de memoria pero me gusta que mi padre tenga frescos sus recuerdos. De vez en cuando le hacía preguntas para demostrarle que tenía interés, y así fue hasta que llegamos al cementerio.
Es un cementerio muy pequeño, en apenas 30 minutos se puede recorrer entero.
Mis abuelos están en unos nichos, muy cerca de la puerta de entrada.
Como siempre hago cuando voy, les recité la poesía que les hice cuando murieron, y dejé una copia de ella dentro de uno de los floreros.
No pensaba hacer nada, pero mi padre quería ver a sus abuelos, y un primo suyo muy querido, que murió muy joven. Para llegar a ellos se debería pasar por la zona antigua del cementerio, es decir por las tumbas que no tienen losa encima, solo tienen arena, y las cruces estaban en demasiado mal estado.
Mi padre se adelantó, impaciente por verlos, pero yo cuando entraba en la zona antigua me quedé petrificado, no podía andar, y no es que hubiera visto un fantasma ni nada parecido, si no que el miedo se apoderó de mí. Dentro de mi cabeza empecé a escuchar lamentos, súplicas de ayuda, gritos. Solo estábamos mi padre y yo, y cada vez notaba esos ruidos más cerca de mí. Como pude di un paso hacía atrás y todo desapareció.
Era como si el límite de la zona antigua estuviera lleno de dolor, y me inundara ese padecimiento.
Con toda la valentía que podía di un paso hacía mi padre, sin saber cómo comencé a llorar, un lloró continuo, como si estuviera viendo la agonía final de un ser querido, como si estuviera viendo morir a mi hermano. Me caí al suelo de rodillas.
Mi padre, al verme, vino corriendo hacía mi, pensado que me había golpeado en algo, yo solo pude balbucear, con los ojos totalmente abiertos, mirando a un punto fijo de las lápidas. No veía nada, pero estaba aterrorizado, pero nunca supe porqué.
Mi padre me levantó de allí, y cuando andamos varios pasos, me recuperé. Era incomprensible.
Cuando salíamos de allí, se lo conté todo, y aunque creyó que al principio le tomaba el pelo, cuando le conté que escuchaba unos gritos de dolor, suplicas por la vida, me dijo que ese fue uno de los lugares donde en la guerra civil se usaron para fusilar a miembros de familia republicana, que no habían hecho nada malo.
sin poder explicármelo, siempre me he creído una persona sensible, pero no tanto.

-4-

La madrugada había echo olvidar a la noche. Los brazos, aun estrechos, del sol abrigaban el cuerpo desnudo, cubierto únicamente por una sábana blanca, de Alejandra. Fue entonces cuando pasó.
Sus ojos se abrieron y se encontraron con un viejo despertador, marcando una hora perdida, fuera cual fuera era temprano, o tarde, dependiendo para qué.....
Un olor salado impregnaba la habitación, un olor que le recordaba a la noche ya muerta, a esa noche olvidada por las inmediatas miradas del sol.....
.. ..
Se incorporó en la cama, y la sabana cayó a la cintura, despojando a sus pechos de su intimidad. ....
.. ..
Alrededor de la cama, soltados, como si hubieran sido alguna vez objetos con vida, unos zapatos, un sujetador, un bolso, un pantalón, y demás enseres abandonados, pero igualmente ajenos.....
Se levantó de la cama e intentó andar, tarea harto complicada viendo el estado de su cuerpo. Apartó la sabana, que aun la tapaba levemente, y descubrió chupetones, arañazos y demás dibujos eróticos en su cuerpo. Una sonrisa se dibujó en su cara.....
.. ..
Una cara, una sonrisa, una caricia, imágenes todas ellas confusas, pero también claras como fotografías antiguas y ajadas.....
.. ..
El aire que se colaba por las rendijas de las ventanas, la regresó a la realidad. Nuevo intento de andar, y nuevo fracaso.....
.. ..
Una palabra, el humo de un cigarrillo, una mirada imposible de rechazar.....
.. ..
Al fin, se pudo poner de pie. Acertó a observar que la luz del pasillo estaba encendida, y fue entonces cuando sintió más profundamente ese olor a salado que la había despertado. Compañera con el olor, percibido una voz, era ronca, sensual y imprevisible.....
Miró a un lado y vio una corbata mal colocada en el respaldo de una silla, la única.....
.. ..
Los labios no se podían separar, las lenguas luchaban como espadas en una batalla inocua pero persistente.....
El alto piso donde Alejandra vivía no fue un obstáculo para ellos. Nunca supieron como llegaron, quizá un ser superior les ayudó al ver la imposibilidad de sus mentes, de separarse de sus cuerpos.....
Nadie sabe si la puerta se cerró tras ellos, ni siquiera cómo se abrió, qué más daba, lo importante es que estaban dentro, aunque visto de esta manera poco importaba, también, que estuvieran dentro, ni sus nombres, y qué carajo, no importaba nada más, solo ellos.....
.. ..
Nunca una blusa, una falda y unas bragas se rompieron con tanta facilidad. La camisa y la chaqueta sufrieron igual fortuna, prematura muerte sin remedio.....
Sus cuerpos desnudos, sudados, con un sudor limpio, sucio y lleno de lujuria, se frotaban en una búsqueda de incesante perversión.....
La boca de Alejandra se abrió pero no surgió nada, ni una palabra, ni un susurro, ni un grito, ni un adiós. Las embestidas que le regalaba aquel hombre con nombre sin importancia, la hicieron gritar sin palabras, y ni siquiera un “más” pronunciado sin voz fue audible. Fue el grito ahogado más fuerte y más alto jamás pronunciado. Se oyó hasta en los confines de la tierra, pero nadie se enteró. ....
.. ..
Salió el pene de la vagina, encharcada, de Alejandra, brillaba por el suculento licor que salía de ella.....
.. ..
No pudo más, se dejó caer en la cama, y soltó los brazos que la tenían asida a la espalda de aquel, ahora, hombre sin momento.....
Se creyó que había llegado su descanso, no eterno, pero si parcial, para fumar un cigarrillo, beber un trago de vodka, o quizá de volver a nacer, cosa que no pasaba por la mente de ese amante fugaz. ....

¿Hoy o siempre?

La soledad, maldita soledad.
Aparece cuando menos la necesitas, cuando pides un abrazo y una caricia, y te evita que puedas sonreír en todo el día.
Su hedor quedo y acompasado. Sus manos frías y temblorosas, y sobre todo, su alma negra y vacía.
Las noches largas, repleta de sueños sin sentido.
Abres los ojos, la mañana ya llegó, y ahí sigue estando, la única acompañante en tu cama, en tu vida.
Respiras, miras, andas, corres, vuelas, desapareces, duermes, pero sigue estando ahí contigo.
La soledad es una acompañante muy exigente, no quiere compartirte con nadie, y solo se irá cuando te hayas acostumbrado a ella, cuando hayas dejado que tus pies te dirijan, y no tu corazón, y cuando tus ojos no dejen de mirar al suelo aunque sientas que alguien te mira.
.. ..
El corazón te tiembla, piensas que ha llegado tu hora, ansias unos labios, unas manos en tu pelo, unos ojos cerrados, calor en tu boca, pero solo son los sueños que no has conseguido tener esa misma noche.
.. ..
No distingues el día que escuches un Te quiero, y mucho menos cuando puedas tumbarte debajo de un árbol y contar los lunares y las pecas de tu amante. Sólo hay una cosa que te acompaña; la nada.
.. ..
Maldita soledad. Quiero que me abandones, creo que ya no me merezco tu amor, solo quiero dejar de sentirme solo, y de despertarme con unos labios cerca de mis ojos.

-3-

Yo, aire sin lugar.
Melodía de los olvidados.....
Me susurró el silencio al oído:....
-Llegarán sus voces mojadas,....
a la fría vigilia.....
.. ..
El espejo donde me miro, me devuelve....
palabras huecas.....
El sentir y el olvido son ahora mis hermanos.....
Y en la sombra, la mía,....
me desnudo.....

Mis desconocidos


Rufo y Goku. Goku y Rufo.
Inseparables pero cada uno de ellos distinto y particular.....
Son mis dos gatos. Mis niños.....
.. ..
Siempre quise tener un gato, son espejos de mi; inquietos, cariñosos, dormilones, “pesados”, mimosos, y muy independientes, pero mi madre no quería animales en casa, bueno, animales de esas dimensiones, pero si hemos tenido peces, hamsters y hasta un pato. (Aun me acuerdo del nombre de todos ellos)....
.. ..
Hace dos años y medio me metí en la aventura de vivir solo, y ese era el momento de tener a mi gato, ya tenía hasta el nombre: Rufo. No sé porque pero siempre he querido tener una animal de compañía con ese nombre. ....
Pasó un mes pero no me animaba a llamar, y fue precisamente mi madre la que llamó a una asociación protectora de animales para regalármelo en mi cumpleaños, (qué cosas tiene la vida, ¿verdad?).....
Le dieron una dirección donde podría ir a recogerlo, le pedí a mi hermano que me acompañara, y también vino con nosotros mi sobrina, la hija de mi hermano, que en ese momento tenía 5 años.....
La calle estaba cerca de Príncipe Pío, y entre los nervios, el calor, (era Junio), y que no conocía muy bien la zona, llegamos más tarde de lo que creíamos.....
Cuando entramos a la casa vimos que estaba toda llena de animales, perros, gatos, hamsters, pero para nada estaba descuidada, estaba bastante ordenada, y nadie podría intuir que tantos animales vivieran allí. Fuimos a la cocina con la dueña y me hizo varias preguntas; le dije que me gustaría tener un gato negro, (y eso que soy un poco supersticioso), pero me dijo que no tenía, entonces lo vi.....
Era un gatito negrito, feúcho, que andaba muy lentamente. Sabía que ese ere para mí. ....
Cuando la mujer sacó una lata de comida y lo echó en varios platos, varios gatos se abalanzaron, pero el oscurito no lo hizo, sabía que llegaría y que comería.....
Ese era mi Rufo. ....
Entonces me dijo si estaba mucho en casa y yo le dije que entre el trabajo y la universidad, no mucho, a lo que me incitó a que me llevara otro, arguyendo que los gastos entre uno y dos no se diferencian, y que así se harían compañía.....
Sabía que tenía razón pero me daba pereza cuidar de otro gato más, además, ¿Cuál sería?, había 30 gatitos al menos.....
Entonces pasó.....
Mi sobrina, mientras que esa mujer y yo hablábamos, jugaba con algún gatito, pero entonces se le acercó un gato naranja y amarillo, con cara de travieso y empezó a morderle los cordones de las zapatillas. Karen, con esa gracia que la caracteriza, dijo:....
.. ..
-Mira, es naranja, como Son Goku, cuando está de Súper Guerrero.....
.. ..
En ese momento lo supe, no podría ser otro. Rufo y Goku. Los metimos en el trasportín que mi hermano llevaba y nos vinimos a mi casa. Los gatunos se pasaron el viaje durmiendo, pero yo no paraba de mirarlos por la puerta. Eran preciosos, aunque Goku lo era más que Rufo.....
Cuando los solté estaban asustados y durante la siguiente semana ni se me acercaron, pero durante mucho tiempo desde entonces han dormido conmigo en mi cama, aunque ahora hace tiempo que no, pero por decisión de higiene.....
.. ..
Es curioso porque sean de distinto color son hermanitos, y se distan solo 15 días, o eso al menos me dijo esa mujer.....
Con el tiempo Rufo se ha puesto cada vez más guapo, y Goku sigue con esa cara de pícaro. Cada uno con su personalidad, cada uno su encanto, cada uno con una parte de mi corazón.....
.. ..
Rufo es el gato más bueno del mundo, nunca maúlla, siempre está durmiendo, es muy mimoso y me da besitos. Siempre está dispuesto a que le acaricie o que le meza en mis brazos.....
Goku es totalmente diferente, es inquieto, trasto, rebelde, inquieto, cariñoso a su modo, y maúlla bastante, aunque cada vez menos. (Y muy tonto)....
Son las dos caras de la misma moneda.....
.. ..
Cuando duermen provocan con sus posturas que aparezca el Ying-Yang. Siempre que intento fotografiar ese acontecimiento, uno de ellos se despierta, como si me estuviera avisando para que deje ese momento privado para ellos.....
.. ..
Hay momentos que me desesperan, hay días que no apetece nada que dos gatos te hagan carantoñas o que no dejen de maullar a las tantas de la madrugada, o que se hagan pis en algún sitio, fuera de su arena, pero eso se compensa con los días que su mimo y mi cariño se cruzan, entonces no paramos de darnos besitos, caricias y demás juegos.....
.. ..
Los necesito y me necesitan, para bien y para mal, ya no me imagino mi casa sin ellos.....Les quiero y me quieren, cada uno a nuestra manera.
Algunas veces me siento yo el inquilino y ellos, los dueños de la casa.....

Un escalón más

Fue el verano de hace unos años, en la primera semana de Agosto. En Jaén.
Todos los años hago algo inesperado. ....
Hace unos años derribé una habitación de la casa de mis padres, e hice un despacho.....
Hace dos años me presenté en el pueblo de mis padres sin avisar, y haciéndoles creer que no iba a ir.....
El año pasado les dije que iba a ir el día siguiente, y viaje el mismo día que ellos, con diferencia de unas horas.....
.. ..
Este año quería hacer algo diferente, pero igualmente inesperado. ....
.. ..
Me acordé que mi madre me ha contado varias veces que su abuela, allá como a principios del siglo pasado, muchas veces a lo largo del año tenía que ir de su pueblo a Jaén, andando, son aproximadamente.
Me propuse ese reto. No le dije nada a nadie. Me preparé bien. Empezaría a andar a las 15h de la tarde, y llegaría, aproximadamente, a las 19h. ....
Me puse una camiseta naranja, una gorra, mi Mp3, (lleno de canciones de Joaquín Sabina), protector solar, cuatro litros de líquido, y varios frutos secos.....
El camino, ....la Autopista.. A-44.......
.. ..
Sabia que iba a ser difícil, muy difícil, sobre todo hacerlo solo, pero quería demostrármelo a mi mismo.....
.. ..
Figúrate, en Andalucía, a las 15h de la tarde, sin ninguna sombra, yo solo. Me iba a dar algo. No fue así.....
.. ..
Todo iba bien, cada 45 min, aproximadamente, descansaba 15 min.....
.. ..
Cuando llevaba ..28 Km..., y recién pasaba un túnel, un guardia civil vino hacia mí.....
Me dijo, muy amablemente, que qué hacía. Yo le dije que andar desde Jaén a Cambil. -Eso está prohibido, no se puede andar por la autovía, es un delito multado con 60 €, ¿Por qué lo hace?, pregunto él. (No podía decirla, ninguna, así que pensé que como en Jaén son muy católicos tomaría ese camino) -Una promesa al Cristo del Mármol, el patrón de Cámbil, sentencié. ....
La cara de Guardia civil cambió. -Ah, entonces no pasa nada. Pero no puedo dejarte seguir por aquí. Tienes tres opciones: a) volver andando al Km 21 y tomar el desvío, b) que nosotros te llevemos en el coche al mismo punto pero por el otro camino o c) que te llevemos en coche hasta el próximo desvío, a ..3 km.......
.. ..
Tomé la tercera opción. Y así aprovecharía y descansaría un poco. ....
.. ..
Mientras me llevaban al desvío, el compañero me iba preguntando si todo ese camino lo había hecho yo solo, (en ..la A-44.. no hay un solo llano, o es cuesta arriba o es cuesta abajo, así que imaginaos), no daba crédito a mis afirmaciones.....
.. ..
Minutos después llegamos al desvío, me despedí de ellos, y me desearon suerte.....
.. ..
Me quedaban ..7 Km..., cuesta arriba 4 de ellos, y con un desnivel del 34 por ciento. Antes de ese punto hacia ..1 Km... cada 8 min., a partir del desvío tarde en hacer ..1 Km... 30 min. En ese momento eran las 19,15. Calcula el tiempo. 3 horas más. Con una ampolla en el pie derecho que hizo que se pusiera el calcetín, la suela, totalmente roja, y eso que era un calcetín blanco. ....
No tenía agua. Con dolor en los riñones. Sin ver el final. Solo.....
.. ..
De repente un coche vino hacía mi, y me di cuenta de que era un primo mío. Le conté una bola y le pedi que me llevara la mochila a casa de mis padres. Me dio una botella de agua, y seguí andando.....
Yo no sé que paso pero a las 20,20 entraba por el pueblo.....
Menudos lagrimones me caían. No me podía creer que lo hubiera conseguido. No notaba dolor en mis pies, es más, ni los notaba. ....
Mi madre ya sabía lo que estaba haciendo, y aunque me llamo tonto, note que me admiraba de alguna manera, pocas personas se han atrevido a hacer algo parecido. Y menos aun, solo.....

-2-

Nítida como una mañana de verano, escuché esa voz dentro de mi mente.
La luz del alba golpeaba la ventana de mi habitación.....
Y unos leves rayos de sol luchaban, titánicamente, contra los visillos.....
Reposando en la vigilia, tierra poblada de vivos y muertos, con la mirada fija en el techo, o en las estrellas, oí una voz en mi oído, símil a lo que tantas veces había oído allí,....
Una voz familiar, sanguínea pero forzosamente, libre;....
-¡¡Tu madre muere¡¡. Se repetía en mi cabeza, como cualquier arrancándome de los brazos de Morfeo, consiguiendo en mi, ese mismo propósito.....
Ya muertas esas palabras, resistían en mí, como el recuerdo imberbe de mi pueblo, mi primer beso o mi primera noche en vela.....
El cuerpo reaccionó con más presura que mi mente, que aún, se debatía entre el sueño y lo posible, y solo pude sentir como mis piernas me dirigían hacía esa morada, ahora, desconocida.....
Profecía del después, mis pies se enredaron en los brazos de mi descanso, haciéndome tropezar y caer en el intento.....
Entre gateos y pasos torpemente desordenados, abrí la puerta, chillando y anunciando mi entrada.....

Quién sería yo sin ellos


Tengo una debilidad; los peluches.
Desde pequeño me gustan, y siempre he tenido gran cantidad de ellos. De todos los aspectos y colores; en todas partes de mi habitación, en mi cama, en las paredes, dentro de los armarios, hasta dentro de el bolso que siempre llevo. Siempre tengo que sentir el tacto suave de un peluche para animarme.....
.. ..
Rulo, Osito, Kiko, Bicho, Panchito, Curro, Txefín, Milú, hay tantos que ya ni me acuerdo, aunque intento no olvidarme del nombre que les pongo cuando o me los regalan o me los compro, pero con mi osito favorito me pasó algo curioso.....
.. ..
Cuando a mi hermano le operaron del apéndice a los cuatro años, una operación a vida o muerte, nuestra vecina le regaló a Osito, un oso de peluche azul y blanco, normal y corriente, así pudo dormir todas las noches con él, pero yo no tenía ninguno, y le envidiaba muchísimo....
Tardé 8 años en igualar esa injusticia, pero nadie fue el culpable de su compra o de su regalo, el destino lo puso delante de mí.....
Era el verano de 1991, aproximadamente, estábamos en el pueblo de nuestros padres, Cámbil, en la provincia de Jaén, y yo me encontraba jugando solo en la calle, imaginándome alguna historia heroica, donde salvaba a mi amada. Los demás niños estaban durmiendo ya que eran las cinco de la tarde ....
Cuando ya me volvía para casa, me di cuenta de que encima del capó de un coche había algo, un peluche. Azul y blanco, con la cabeza muy grande, casi tanto como el cuerpo, y con las extremidades muy pequeñas. Enseguida me enamoré de él, y sentí tristeza por el niño que lo había perdido, asi que me pase toda la tarde llamando de casa en casa para encontrar su dueño, pero no existía. Ya cercana la noche decidí que ya había dado demasiadas posibilidades al dueño, a partir de ese momento lo tomé como mío.....
.. ..
Esa noche lo pasó metido en la lavadora, y yo contaba las horas para poder dormir con él al día siguiente. Vi como mi madre lo sacaba de la lavadora, reluciente, oliendo a suavizante, como lo tendía en una cuerda, para que se secara. El día se hacía corto y largo a la vez, estaba deseando que llegara la noche para abrazarlo y dormir con él, pero siempre que me acercaba a él lo notaba mojado.....
Una hora antes de ir a dormir, mientras veía la tele con mi hermano y mis primos, mi madre se acercó a mí y me lo dio. Era el peluche más bonito del mundo, aunque a nadie parecía gustarle. Cabezón, desproporcionado, sin expresión. Desde ese momento se convirtió en mi favorito, (y sigue siéndolo), pero había una pega; no tenía nombre.....
No quería ponerle un nombre ridículo, y mi hermano sabiendo lo importante que iba a ser para mi me ayudó. Lo cogió en brazos y me dijo: - Peluc.....
Era sencillo, gracioso y original, pero no entendía como se le había ocurrido tan pronto.....
.. ..
-Mira la etiqueta. –me dijo.....
Allí estaba, en la etiqueta rota en una de sus patitas lo ponía, en letras de imprenta: ....
.. ..
® PELUC….....
.. ..
La etiqueta se había roto por esa letra, aunque en su totalidad quisiera decir Peluche.....
Hace 17 años de aquello, y aunque tenga varias costuras y remiendos, sigue vivo y sigo pudiendo jugar con él, y, (lo admito), durmiendo con él.....
.. ..
Le debo la vida a mis peluches, siempre que he estado depre o bajo de ánimo, he cogido a alguno de ellos y me he abrazado a él. Sé que suena ridículo pero algunas noches he podido sentir como me besaban o como me acariciaban.....
.. ..
Espero poder dárselos a mis hijos, para que sigan jugando con ellos, y sigan cuidándolos como yo lo he hecho, pero Peluc tendrá un sitio guardado cerca de mi cama.....


¿Cómo decir a una persona que la quieres sin decírselo nunca?

Hace ya más de quince años que la conocí. El destino que tiene más de improviso de lo que suponemos, me hizo conocerla. Quién iba a saber que una lesión deportiva me haría conocer a una de las personas más importantes de mi vida.
El amor no ha existido entre nosotros, ni existirá, aunque muchos se confundan con nuestra amistad, cierto es que nuestro afecto es más sincero que muchos matrimonios, o la compenetración que nos tenemos sobrepase lo normal en el apego, pero es así.
Para mi no es mi mejor amiga porque hasta ese sentimiento lo sobrepasó hace mucho, nunca podremos ser novios porque estamos por encima de ello. Para ser felices solo nos hace falta estar cerca uno de otro, el amor no ha lugar.
Tenemos muchas aficiones parecidas; ninguna. Tenemos muchos gustos parecidos; ninguno. Y tenemos poca confianza uno en el otro; toda.
Ella, enamorada de la música, yo, enamorado de la literatura. Ella, hablando eternamente de grupos como Whitesnake, Saratoga, Kiss, por supuesto Bon Jovi(y sus sucedáneos), Europe, Trivium, y de los numerosos conciertos a los que asiste. Yo, con mi Sabina, (que ella odia), con mi Joan Manuel, con mi adorado Bunbury, (que ella soporta estoicamente); musicalmente nada nos une. Solo el rock, afición que poco a poco me he ido aficionando; Steve Vai, Slash, Aerosmith.
La guitarra es algo que nos unirá, aunque en mi caso lo más cercano que estaré de una es en el “Guitar Hero”, y solo como espectador, no tengo ritmo en el cuerpo.
La música es vida, la música marca el ritmo de la existencia, y dependiendo de lo que escuches, así te sentirás. Ella, (discúlpame por no decir tu nombre aun), siempre será una niña encerrada en el cuerpo de una mujer. No es un improperio, es un halago, gracias a esa cubierta sigue manteniendo fresca la inocencia que la rodea, la ingenuidad que nunca se borrará, y sobre todo, la bondad de una niña pequeña.
.. ..
Algo parecido con la música nos pasa con la literatura, amante y amada para mi; pesada losa que levanta siempre que se empeña para ella. (Oh, pequeña Susie, Oh gran Sasuke, y sobre todo, Oh eterno Dorian, gracias por vuestra ayuda)
Quizá sea porque un lector es siempre un contemplador de la vida, alguien que sabe esperar. Nunca se debería buscar algo o a alguien, solo esperar y hallar.
Ella es una persona de acción, de hacer y deshacer. De aquí y de allá. De ahora y de mañana. Pero nunca me rendiré, algún día Frodo se quedará sin dedo.
.. ..
No todo es perfecto, ya nos gustaría, yo, cabezón como yo solo, y ella, orgullosa y quejica como nadie, hacemos una dupla muy difícil de romper, lo que uno no consigue, lo hace el otro, pero algunas veces, es decir; una, el presente de los dos nos separó.
Era algo inevitable, y no tiene importancia el por qué de esa ruptura, solo importa que ahora, casi 3 años después de ese respiro, tenemos olvidado todo lo que nos distanciaba, solo nos importa lo que nos une.
.. ..
Podría contar muchas cosas de nuestra convivencia como nuestro primer trabajo y la borrachera gracias a trozos de Celo y a Coca-Cola que nos pillamos, o mis continuas metidas de pata, o la machada de Granada, o simplemente nuestro día a día, que tiene muy poco de normal, y mucho de maravilloso, pero eso llegará, o eso espero.
.. ..
Solo diré una cosa más antes de despedirme por hoy; Gracias Tita Vanesa.

Un fragmento de mi vida

Fue hace unos años, yo estaba preparando la selectividad, vivía con nosotros, (con mis padres y conmigo), mi abuela, la madre de mi madre. Dormía en mi habitación, y yo en el sofá. Una noche me llamó un amigo, y me dijo de ir a su casa a jugar al ordenador, así que fui, a eso de las 3 de la madrugada, estábamos hartos y me dijo si quería dormir en su casa, siempre que iba a su casa tan tarde lo hacía, pero ese día una vocecita de dentro me dijo que no me quedara, así que renegué de la invitación y me volví a casa. A eso de las 8 de la mañana me despertaron unos lloros, abro los ojos y veo a mi madre llorando en el sofá, me levanté corriendo y fui a ver a mi abuela. Estaba muerta.
Miré a mi madre y comprendí que no podía venirme abajo. Llamé a unas vecinas, les expliqué la situación, y mientras me ponía unos vaqueros, las pedí que la amortajaran, ya saben, que la pusieran otra ropa, mientras, me fui en busca de un médico para que comprobara que estaba muerta. A los 5 minutos estaba allí, y nos dijo que en efecto estaba muerta. Cuando se fue, una de mis vecinas me pidió que cerrara los ojos y la boca a mi abuela, porque ella no podía. Yo hice de tripas corazón y los cerré. La sensación de tocar el cuerpo muerto de una persona es increíble; frío, frágil, duro, es una sensación que nunca olvidaré.....
Cuando acabamos empecé a llamar a mi familia, (mi padre venia de camino del trabajo y mi hermano también), a mis tíos, (los hermanos de mi madre), y demás. Esa media hora fue angustiosa, escuchar llorar a 20 personas sin que tú puedas llorar porque está tu madre cerca y no puedes mostrarte débil, no es nada fácil, pero lo hice. ....
Después de eso llamé a la funeraria para avisar, y tuve que elegir el féretro, y todo eso. ....
En ese momento mi padre ya había llegado pero se quedó abrazando a mi madre, y estaban bloqueados, y yo tenía que ser responsable.....
A eso de la 13h vino la funeraria, y le ordené a una de mis vecinas que se llevara a mis padres a su casa para que se tomaran una tila, excusa decir que era para que no vieran el cuerpo de mi abuela muerto.....
.. ..
Cuando se la llevaron estaba solo.....
.. ..
Enseguida vinieron mis parientes, mis padres seguían bloqueados así que sin mostrar tristeza, me armé de valor y los recibí, personas de 40 años en adelante me abrazaban y lloraban, y mientras un mocoso de apenas 20 años era el fuerte. Después de eso fuimos al tanatorio, a pasar toda la noche allí, y a eso de las 23h mis padres me obligaron a ir a dormir, (tenia un sueño que no podía mas pero no quería dejarles así), estando delante del cuerpo de mi abuela la escribí una poesía. ....
.. ..
Bueno, al día siguiente era el entierro en Jaén, de donde somos, y cuando llegamos, enseguida empezaba la misa, pero antes de que empezara fui al banco donde estaban mis tíos, l@s herman@s de mi madre y les pedí si por favor podría llevar con ellos el féretro, mi madre me sonrió y sin dejar de mirarme, empezó a llorar, mis tíos aceptaron también sonriéndome.....
Y así fue, el féretro fue llevado por 4 hombres; 2 tíos míos, mi padre, y un chaval de 20 años, mis tíos no dejaban de sonreírme, orgullosos, a ninguno de mis primos se le ocurrió la idea.....
Cuando llegamos al cementerio metimos el féretro en el nicho, y me di cuenta que en el suelo había una bolsa marrón de dos metros de larga, pero no sabía que era.....
Al acabar de meter el féretro, el “enterrador” me dijo; -Ayúdame a meter la bolsa.....
Al tocarla supe lo que era. Los restos de mi bisabuela, noté los huesos debajo de mis manos.....
.. ..
Cuando llegamos del cementerio me metí en mi habitación y empecé a llorar, en silencio, sin nadie a mi alrededor, lagrimas de dos días de tristeza acumuladas.....
Mi padre y mi hermano se fueron al día siguiente del entierro pero yo me quedé una semana más con mi madre, hasta la misa.....
.. ..
Mis padres, aunque bloqueados se dieron cuenta de todo lo que hice esos días.....
.. ..
En el viaje de vuelta mi madre me reconoció que desde la muerte de su madre se había dado cuenta que no era un crío, sino un hombre que cuando le pedían responsabilidad, la aceptaba, aunque no fuera de agradar, la había demostrado que no era un niño que no sabe lo que quiere, sino un hombre que ama a sus padres y haría cualquier cosa por ellos…. Aun ahora me emociono al recordar esas palabras.....
.. ..
Desde ese día mi relación con mis padres fue cada vez más unida, mi madre empezó a apoyarse en mí, y a confiar plenamente en mí. ....
.. ..
Pero esto no ha acabado. A las 2 semanas de la muerte de mi abuela, empecé la selectividad, el ultimo día, llegué a las 17h, mis padres estaban en el salón, me pidieron que me sentara, y me dijeron que tenían una mala noticia.....
Ese mismo día, a las 10h, justo cuando empecé los exámenes de esos días, se murió el padre de mi mejor amigo, (que es un hermano para mí), lo único que pude decir fue: Joder, la muerte no me deja en paz.....
.. ..
Sin esperar un segundo me cambié de ropa, cogí un taxi y me fui al tanatorio. Estuve abrazado a Nacho un buen rato, dejando que llorara, pero yo no solté una lagrima. Y al día siguiente igual en el cementerio, mientras lo incineraban… ....
.. ..
Cuando volví a mi casa mis padres me dijeron que si suspendía la selectividad no importaba, que estaban muy orgullosos de mi, y que, universitario o no, (siempre fue un sueño para mi entrar en la universidad), era mejor persona y mas fiel que mucha otra gente…. Después de eso no pude más y lloré desconsolado mientras Vanesa,(mi mejor amiga, y hermana desde hace mucho) y mis padres me abrazaban…. ....
.. ..
Me acosté y no me levanté en 2 días. No podía ni con mi alma.....

Retales

Mi madre trabajaba en varias casas como asistenta del hogar. Un día, sintió un pinchazo en la espalda. Como si alguien la atravesara los riñones. Se tuvo que sentar y no se podía mover.
Un par de horas después se levanto del sofá, ayudada por la dueña de la casa, y se fue a urgencias. Allí la dijeron que tenía unas fisuras en las costillas, y que tenía que hacer reposo absoluto durante, mínimo, 6 meses. Eso la hundió en una depresión monumental. ....
.. ..
En ese momento ni mi hermano ni yo trabajábamos, mi hermano iba a la universidad y yo iba al instituto. ....
.. ..
Así pasamos 2 meses, y cada vez peor, a mi madre le dolía cada vez más la espalda, y mi padre no podía traer más dinero, y estábamos pasándolo mal económicamente, tanto es así que nos quedamos casi en números rojos.....
.. ..
Tomé una decisión, dejar el instituto y meterme a trabajar, para mi era muy importante entrar en la universidad, pero sentí que en ese momento mi familia me necesitaba, así que me ofrecí a mis padres a trabajar por las tardes y quedarme por las mañanas en casa para ayudar a mi madre, alguien tenia que cocinar, limpiar, cuidar la casa, ir a comprar, etc.....
.. ..
Mis padres no sabían que contestar, era mucho pedir que un chaval renunciara a todo por sus padres, pero yo lo tenia claro, son mis padres y me necesitaban.....
.. ..
Al día siguiente me acerqué a un McDonald..s donde trabajaba mi mejor amiga, y le pedí que me metiera dentro, (todos los días 8 horas), dejé el instituto y por las mañanas hacía las tareas del hogar.....
.. ..
Al año nos recuperamos totalmente, y mis padres no sabían como agradecérmelo así que me animaron a que volviera a estudiar y así entrar en la universidad, cosa que siempre había deseado, pero yo sabia que podían necesitar mi dinero así que me apunté a C.O.U. por las tardes y me metí a trabajar en un cyber café con un amigo los fines de semana. No era mucho dinero, pero era una ayuda.....
.. ..
Después de la muerte de mi abuela, (justo al año de lo que estoy contando, en la próxima entrega lo contaré) y con mi madre casi recuperada me pasó algo curioso. Eran las 9.30, más o menos, estaba en la cama, en la misma cama que murió mi abuela, estaba arropado y con peluches, y escuché la voz de mi hermano que me decía al oído: Levántate, tu madre te necesita.....
Yo no dudé, recordé las cuantiosas mañanas que al despertar mi madre gritaba de dolor, y me levanté corriendo, casi me caigo porque tenia las piernas enredadas a las sabanas, entré casi corriendo a la habitación de mis padres, y estaba mi madre en la cama, la pregunté si la pasaba algo, y me dijo, un poco soñolienta, que no le pasaba nada, yo la remití a las palabras de mi hermano, y ella me dijo: Tu hermano ha dormido en casa de su novia… sigue durmiendo.....
Yo extrañado me volví a la cama y me encontré la cama totalmente hecha, las sábanas colocadas, y los peluches colocados encima de la cama….....
.. ..
No pude volver a dormir esa mañana. Me sentí con miedo, pero también sentí que todo tenia sentido, y que alguien más me ayudaba a cuidar de mi madre.....
.. ..
Muchas veces, cuando me quedo a dormir en casa de mis padres, noto una presencia alrededor, en ningún caso maligna, pero una presencia al fin y al cabo.....

-1-

La oscuridad invadía aquella habitación, solo un tenue resplandor cegaba a ese viejo visitante, ella tumbada en su cama, con sábanas blancas, dulcemente dormía, suspirando por aquel amor perdido que el destino había llamado David.
Debajo de esas sábanas su cuerpo desnudo, ondeado por el viento que se escapaba de la ventana entre abierta, enseñaba un cuerpo casi perfecto, solo le faltaba a un amante que la poseyera.....
La silueta de aquel nuevo y futuro amante se dibujaba cada vez más en el cuerpo de ella, el andar pesado de aquel hombre entre cortaba el viento y fue entonces cuando ella lo sintió:....
Era alto, 1.80, más o menos, con perilla mal dibujada. No se asustó, ya lo esperaba desde hacía tiempo, su nombre no importaba, solo importaba que por fin dejaría de sentirse sola.....
El la abrazó fuertemente, y ella le besó como si nunca antes hubiera besado a nadie, con los ojos cerrados. Su lengua chocaba con la desconocida lengua del hombre, ese sabor dulce y amargo a la vez la envolvió como en una nube de otoño.....
Las sábanas cayeron al suelo y descubrieron aquel cuerpo hilarante y que pedía pasión de aquel hombre, los pechos descubiertos de aquella musa, redondos y pequeños, encendieron la efusión en él, solo llevaba una camiseta, se la quitó sin pensarlo, entonces ella pudo apreciar por fin el cuerpo de su amante, aunque solo fuera por una noche, su torso desnudo y perfecto, lo tocó y lo acarició, pero sin querer mirarle a la cara, no quería saber quien era.....
Algo le era familiar de ese cuerpo pero no quería saberlo, solo quería disfrutar de el, una y única vez.....
El sin nombre fue besando cada parte del cuerpo de su amada, os ojos, para que siempre le viera en todas partes, la boca para que tuviera ese sabor a libertad, triste y dulce, los pechos, que le recordaban aquel pasado perdido y ahora encontrado, Su ombligo, padre y madre de futuros reyes y reinas, y por fin su sexo, emblema del placer, y sobre todo de su placer moderno. Lo acarició y lo chupó. Los suspiros de ella volaban por la estancia, sin saber donde nacieron, el cuerpo de esa diosa se estremeció hasta limites insondables. ....
Su sexo duro, fuerte y erecto se hundió en el alma de ella, su vaivén la hacia recordar aquel amor que nunca pudo sentir, aquel sexo que nunca encontró, y el cual nunca buscó, sus bocas se juntaban a cada paso, y su lengua buscaba a su otra hermana, pero solo segundos la hallaba.....
Antes de que el eyaculara, ella se retiro de él, tumbándole en el lecho donde ella había yacido los últimos...... nadie sabía cuanto tiempo.....
Se fue acercando a ese instrumento de placer. Primero lo acarició con sus delicadas manos, agitándolo dulcemente, poco a poco fue lamiéndolo, chupándolo.....
El sentía que no podría soportar mucho más, su afirmación la inundó.....