martes, 7 de octubre de 2008

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La oscuridad invadía aquella habitación, solo un tenue resplandor cegaba a ese viejo visitante, ella tumbada en su cama, con sábanas blancas, dulcemente dormía, suspirando por aquel amor perdido que el destino había llamado David.
Debajo de esas sábanas su cuerpo desnudo, ondeado por el viento que se escapaba de la ventana entre abierta, enseñaba un cuerpo casi perfecto, solo le faltaba a un amante que la poseyera.....
La silueta de aquel nuevo y futuro amante se dibujaba cada vez más en el cuerpo de ella, el andar pesado de aquel hombre entre cortaba el viento y fue entonces cuando ella lo sintió:....
Era alto, 1.80, más o menos, con perilla mal dibujada. No se asustó, ya lo esperaba desde hacía tiempo, su nombre no importaba, solo importaba que por fin dejaría de sentirse sola.....
El la abrazó fuertemente, y ella le besó como si nunca antes hubiera besado a nadie, con los ojos cerrados. Su lengua chocaba con la desconocida lengua del hombre, ese sabor dulce y amargo a la vez la envolvió como en una nube de otoño.....
Las sábanas cayeron al suelo y descubrieron aquel cuerpo hilarante y que pedía pasión de aquel hombre, los pechos descubiertos de aquella musa, redondos y pequeños, encendieron la efusión en él, solo llevaba una camiseta, se la quitó sin pensarlo, entonces ella pudo apreciar por fin el cuerpo de su amante, aunque solo fuera por una noche, su torso desnudo y perfecto, lo tocó y lo acarició, pero sin querer mirarle a la cara, no quería saber quien era.....
Algo le era familiar de ese cuerpo pero no quería saberlo, solo quería disfrutar de el, una y única vez.....
El sin nombre fue besando cada parte del cuerpo de su amada, os ojos, para que siempre le viera en todas partes, la boca para que tuviera ese sabor a libertad, triste y dulce, los pechos, que le recordaban aquel pasado perdido y ahora encontrado, Su ombligo, padre y madre de futuros reyes y reinas, y por fin su sexo, emblema del placer, y sobre todo de su placer moderno. Lo acarició y lo chupó. Los suspiros de ella volaban por la estancia, sin saber donde nacieron, el cuerpo de esa diosa se estremeció hasta limites insondables. ....
Su sexo duro, fuerte y erecto se hundió en el alma de ella, su vaivén la hacia recordar aquel amor que nunca pudo sentir, aquel sexo que nunca encontró, y el cual nunca buscó, sus bocas se juntaban a cada paso, y su lengua buscaba a su otra hermana, pero solo segundos la hallaba.....
Antes de que el eyaculara, ella se retiro de él, tumbándole en el lecho donde ella había yacido los últimos...... nadie sabía cuanto tiempo.....
Se fue acercando a ese instrumento de placer. Primero lo acarició con sus delicadas manos, agitándolo dulcemente, poco a poco fue lamiéndolo, chupándolo.....
El sentía que no podría soportar mucho más, su afirmación la inundó.....

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