viernes, 10 de octubre de 2008

-7-

Amanecer tardío, amarillo y rojo.
Amanecer frágil, lleno de tristezas
y de soledades.

Miro en este espejo, ciego, roto,
manchado del pasado y veo tus
ojos con sabor a miel.

Agítame cuando estés en
silencio, y escucharás como te recuerdo.

No dejes que la soledad inunde esos
ojos amantes, esos labios que quiero
besar, o esas manos que acarician el
aire que respiro.

En esta luna abierta
te pregunto una cosa:
-¿Me dejas cuidar tu felicidad?

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