domingo, 26 de octubre de 2008

¿Te apetece sonreír?

Qué poco se necesita para ser feliz.
Una tarde, tu familia, una sonrisa de tu sobrina, una película entretenida, quizás un paseo. Rememorar unos cuantos recuerdos infantiles, comida bien hecha.
La felicidad es algo más que el dinero, o un trabajo, es sentirse completo.
Un besito, una caricia, una mirada.

Tengo la mala fortuna de solo poder ver a mi hermano una vez a la semana, y se podría decir que no hemos hecho nada, solo jugar a la videoconsola, pero a mi eso me ha valido. Mientras, en el salón, mis padres, con mis sobrinos, y mi cuñada. Desde la habitación que estábamos se escuchaban las risas, los juegos, los “piques”, y tanto mi hermano como yo no dejábamos de sonreír.

Cuando eres más joven eres el causante de esos juegos, pero de mayor ves a tus hijos, sobrinos o nietos, y no dejas de reírte. Esa ingenuidad, esas sonrisas, esos recreos infantiles.

La sociedad de ahora no deja tener momentos tan maravillosos como esos, todos tenemos que trabajar, y la mayoría en trabajos que odian, solo para poder vivir, o más bien, sobrevivir, sin darnos cuenta lo que realmente es valioso; el mundo que nos rodea, nuestra familia.

Qué lejos quedan ahora los años que estudiaba el último día, o las vísperas de reyes magos, ansiando los regalos, o simplemente la esperanza de unos nuevos rotuladores. Ahora la vida tiene más de monotonía que de sorpresa, pero de vez en cuando, tu sobrina, tu sobrino, te regalan una tarde llena de felicidad, y sonreís como cuando tenías 8 años y te regalaban un caja de 64 rotuladores carioca.

2 comentarios:

PuNtO y ApArTe dijo...

Estoy contigo que se es feliz cuando estás rodeaddo de la familia, en mi caso de forma mucho más acotada, ya que no tengo primos, ni sobrinos, ni abuelos... y ahora tampoco hermano (está a muchos km de distacia). Pero bueno, el simple hecho de sentarme con mis padres en el sofá por las noches y comentar que tal nuestros respectivos días, ya me llena de felicidad.
La razón de mi comentario no es poner en evidencia ni escasa amplitud de familia, sino la de recalcar una frase que he podido leer en tu escrito: "Ahora la vida tiene más de monotonía que de sorpresa", ¿acaso no te genera una sonrisa también el hecho de salir por la mañanas y ver los pajaritos saltar a pequeños pasitos por la acera ajenos a la gran ciudad?, o¿el simple hecho de saber que vas a empezar un nuevo libro?,o ¿que vas a quedar con un amigo?. La monotonía la genereramos nosotros, si queremos (pero tenemos que poner de nuestra parte) un día cualquiera puede estar lleno de sorpresas, sólo hay que cambiar la perspectiva de las cosas.

Ánimo con la novela y espero poder leerla pronto. Besitos

TitoRules dijo...

Por mucho que intentemos convertir en sorpresa cualquier cosa, no tenemos los ojos de un niño, el cual lo ve todo como sorpresa, como aventura, por eso lo preguntan todo. Ojala siguieramos teniendo esa ingenuidad.